La Macarena no solicitará una prórroga del mandato de la junta de gobierno y pide perdón

De este modo, la corporación celebrará elecciones en el mes de noviembre, tal y como estaba previsto. Estas palabras fueron pronunciadas mientras numerosos hermanos aún no habían podido acceder a las dependencias debido al elevado número de asistentes, un acto iniciado con casi una hora de retraso.

En el primer punto del orden del día, en el informe del hermano mayor, en lo que respecta a la restauración fallida llevada a cabo por el equipo de Arquillo, Cabrero salió de su silencio un mes después de la reposición al culto de la Virgen y pidió perdón a los hermanos: «No siempre puedes controlar lo que sucede, pero puedes decidir cómo responder ante ello, y en el caso de la junta de gobierno, la dignidad empieza dónde termina la responsabilidad. Por eso nos declaramos responsables de lo ocurrido. La verdad es una batalla de percepciones, los hechos no. Queremos pedir perdón una vez más por el daño ocasionado. Jamás ha sido nuestra intención provocarlo, pero somos conscientes de que se ha cometido».

El hermano mayor hizo hincapié en que sólo querían «pedir subsanar la intervención a la Virgen y solucionar lo antes posible una serie de problemas con los que nos hemos encontrado. Si algo tiene claro la junta de gobierno es que los hermanos tenéis derecho a conocer toda la información sobre lo que le ha pasado a la imagen. Es una información altamente sensible, que afecta a lo más íntimo de la Virgen».

Casi desde el primer momento hubo un gran revuelo durante las palabras del hermano mayor de la Macarena, que entre murmullos y voces de desacuerdo afirmaba que «la preocupación por los titulares en las juntas de gobierno que he tenido el honor de presidir ha sido una constante». Como lel tono de la muchedumbre iba en aumento, tuvo que llegar a pedir silencio en varias ocasiones: «Yo respetaré el turno de ruegos y preguntas; respeten ustedes el informe».

Tampoco perdió la oportunidad de señalar el gran dolor sufrido por los oficiales de junta, lo que generó las quejas y gritos de dimisión de varios asistentes al cabildo cuando aseguró que pocos sabían por lo que habían pasado sus catorce familias. Como si no lo hubieran pasado mal el resto de macarenos.