La Hiniesta adelanta la fiesta del Corpus por el 50 aniversario de su coronación

Mañana muy especial, de recordar lo ocurrido hace 50 años para los mayores y de vivir esta experiencia para los que no estuvieron en la coronación, un hecho aprendido por generaciones anteriores y ahora han sabido de primera mano lo que representa.

Tras la misa estacional, en la tarde, la Virgen de la Hiniesta saldría en procesión hasta el Ayuntamiento, de Sevilla, una salida de unas dos horas y media de duración desde la salida de la cruz de guía por la Puerta de San Miguel, hasta la entrada del paso en el apeadero.

Nuevamente amplio cortejo. Ocupaba prácticamente toda la avenida de la Constitución. Abrió la agrupación de Santa María Magdalena de Arahal y cerro la Banda Sinfónica Municipal de Sevilla, una grata ocasión para oír a la formación de la ciudad tras un paso, hecho poco visto desgraciadamente.

Antes de salir, la hermandad de la Hiniesta realizó una ofrenda floral a la Virgen de los Reyes con la presencia de Marcelino Manzano y los representantes de la asociación de fieles. Otra estampa curiosa ocurrida en el interior de la Seo fue el ver el paso con los del Corpus en el trascoro.

Salía la Virgen por la Puerta de San Miguel en un momento repleto de fotógrafos que querían inmortalizar un momento visto en pocas ocasiones mientras sonaba la nueva marcha de Marvizón de la Hiniesta.

Había rostros de cansacio entre los hermanos, pero repletos de felicidad por estar pudiendo vivir un acontecimiento tan importante como es el 50 aniversario de una coronación canónica.

Una de las anécdotas ocurrió en el llamador, roto en los primeros compases de la procesión, algo habitual en las cofradías. La familia Ariza llamó a la antigua usanza, con una parte del martillo en la mano para golpearlo sobre la mesa del paso.

Caía la tarde cuando la Virgen alcanzaba la plaza Nueva. El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz; el delegado de Fiestas Mayores, Manuel Alés, y miembros de la corporación municipal, aguardaban la llegada de la Hiniesta. Ofrecieron flores a la imagen y desde el salón Colón comenzó una lluvia de pétalos.

Seguidamente, el paso continuó para cruzar por el arquillo y adentrarse en el apeadero. Parecía víspera del Corpus, pero lo cierto es que el Corpus ha dado inicio desde ya con la llegada de la Hiniesta al Ayuntamiento.