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semana santa 2024

Sevilla se desata el Lunes Santo tras el golpe del temporal

Las hermandades más tempraneras del día, San Pablo y Santa Genoveva, no realizaron estación de penitencia por la lluvia que caía al mediodía

La Redención y San Gonzalo, tras más de una hora de prórroga, abrieron un día de bullas y bajas temperaturas por la noche

El Programa de ABC de la Semana Santa de Sevilla 2024

Lunes Santo de la Semana Santa de Sevilla 2024, en imágenes

Petalada a la Virgen del Rocío del Beso de Judas tras salir de la iglesia Juan Flores
Jesús Díaz

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El Lunes Santo comenzó como terminaba el Domingo de Ramos, herido. Los cielos grises y las lluvias volvían a golpear de lleno a la Semana Santa de Sevilla. El Polígono San Pablo y Santa Genoveva, los dos cautivos, se veían obligadas a quedarse encerradas. Pero el cielo se abrió y dio un respiro a la ciudad, que reparó las heridas del temporal. Lo que tardó en salir la cofradía de la calle Santiago el sol se hizo presente. Mientras en Triana, San Gonzalo, atravesaba San Jacinto a otra velocidad. Entonces, Sevilla se desató. Las calles se inundaron. Había ganas y se notaba.

La tarde noche del Lunes Santo consiguió reparar las ausencias de las dos primeras cofradías y las de la jornada anterior. Y eso que la mañana hacía presagiar otro día duro. A las once y media, las palabras de José Luis Pérez, hermano mayor de San Pablo, venían a confirmar el mal presentimiento que vislumbraba el cielo de Sevilla a esa hora. Pedía media hora de prórroga, aunque en el fondo, los presentes en el interior y en el exterior de la parroquia de San Ignacio de Loyola, eran sabedores de que la moneda saldría cruz. El hermano mayor pedía paciencia. Y la hubo.

Transcurrido ese tiempo de cortesía, la hermandad más joven del Lunes Santo daba una lección de madurez. Era una triste noticia, como dijo el hermano mayor, pero los partes meteorológicos alertaban de varios frentes de agua. Mientras los nazarenos aplaudían, José Luis Pérez admitía que era una temeridad sacar la cofradía. «Lo siento en el alma». Algunos podían aprender. Tuvo viento para sacar una sonrisa y ver lo positivo de la lluvia, por la que tanto se le ha pedido a Dios.

Se abrieron las puertas del templo y entró la Unidad Militar de Emergencias a ver su patrona, la Virgen del Rosario. Se escucharon los sones de la Banda de Música de las Cigarreras, que estreno 'Tu Soleá, Rosario'.

En paralelo a ese anuncio en el Polígono de San Pablo, en el Tiro de Línea se sucedía la reunión de la junta de gobierno. El ambiente en Santa Genoveva era idéntico, la conclusión la misma. Su barrio y Sevilla entera se iba a quedar sin rezarle a una de las imágenes más portentosas devocionalmente. El Lunes Santo sufría un duro golpe.

Los pronósticos mejoraban a lo largo de la tarde, por eso el foco se giraba entonces a la calle Santiago y al barrio León. Los corrillos acertaban. En ambos templos se pedía una hora de prórroga con el objetivo de apurar al máximo sus opciones.

Al final no sólo usaron esa hora si no algunos minutos más. Pasadas las cuatro y media de la tarde aún no habían abierto las puertas. La situación generó momentos de tensión entre el Consejo de Hermandades y Cofradías y la junta de gobierno de San Gonzalo. No podían alargar más su salida. Tenían que hacerlo ya. A las cinco menos cuarto de la tarde, se abrían las puertas en Santiago y en el Barrio León. Y rompían los aplausos mientras el último frente seguía dejando las últimas gotas. Estaba previsto.

A contrarreloj

En ambos casos, empezaba una carrera para cumplir con lo prometido. Llegar al palquillo de la Campana a su hora, en el caso de la cofradía trianera, y a la hora de Santa Genoveva, el Beso de Judas. Ese objetivo temporal se hizo notar en el andar del misterio del Soberano de Poder. Largo y de frente. Aunque nunca dejó de ser San Gonzalo.

«Necesitamos que andemos». Eran las palabras de una diputada de tramo del misterio del Señor de la Redención. Los nazarenos salían de tres en tres. Sonaba la voz de Paco Reguera. Los vecinos asomados a sus balcones, otro año más, esperando al Señor de las manos abiertas bajo los sones de su banda, que estrenaba su uniforme en Semana Santa. Otra estampa recordaba que era Lunes Santo, Angelita Yruela delante del paso caoba, emocionada.

Recorría la calle Santiago entre cambios elegantes y medidas, y flores que caían desde los balcones. Entre lo que el Señor conquistaba Santa Catalina y la Virgen del Rocío salía a la plaza de su casa, el sol coronaba la ciudad. Y se quedaba para calentar el día a pesar de la bajada de las temperaturas. «Viva la Reina de Santiago». Era uno de los vítores que se escuchaban entre tantos otros. Sonaban raro, desubicados.

Rioja-Museo-San Vicente

A esa hora Sevilla se había desbordado. En la calle Rioja ya esperaban al Soberano de San Gonzalo. El recorrido de Santa Marta ya estaba lleno en sus acerados. La Campana se llenó para disfrutar del día. En San Andrés, el Señor de la Caridad imponía su silencio en las calles de la ciudad, con su cofradía por delante y su imponente cofradía por detrás, con las decenas, decenas y decenas de cruces.

Y de las cruces de Santa Marta a la cruz en la capilla del Dulce Nombre de Jesús que anticipa la Verdadera Cruz. A la hora en la que la calle Jesús de la Vera Cruz esperaba a la cofradía el cielo de Sevilla cambiaba de tercio. Anunciaba la noche, la noche fría. «Toma tu cruz y sígueme». Mientras el Cristo llegaba a Virgen de los Buenos Libros y se entonaba el himno de la Vera Cruz, la banda sonora en San Vicente era Jesús de las Penas.

El imponente paso de Santa Marta por las calles de su barrio víctor rodríguez

Y la la Campana sonaba Réquiem por el prioste Urbano Hermoso y el hermano mayor Alfredo Flores (fiscal jefe de Sevilla), dos insignes hermanos de San Gonzalo fallecidos desde el último Lunes Santo.

A las ocho de la tarde, el triángulo Rioja, San Vicente y Plaza del Museo estaba inundado. La Policía Nacional tuvo que actuar en Reyes Católicos para abrir paso a Las Aguas. El tirón del Rosario de Cádiz se nota, sobre todo entre los jóvenes. El recuerdo a Juan Carlos Montes, muerto hace 25 años bajo las trabajaderas del Cristo de las Aguas, estuvo presente todo el día en la cofradía del Dos de Mayo.

En la Campana entró el misterio con los sones de 'Andalusian Crush', o lo que es lo mismo, Eternidad. La Virgen de Guadalupe venía por la Plaza de la Magdalena con aires trianeros en su andar, o del mismo Baratillo, sobre los pies.

Los contrastes eran evidentes cuando la noche ya era de abrigo. En San Vicente sonaba Tejera y Tus Dolores son mis Penas y Las Penas de San Vicente. La cofradía abandonaba la plaza del Museo y daba paso a la decana del día, la del Cristo expirante que tallara Cabrera y la Virgen de las Aguas. La corporación que cerraba el día había invitado a una representación de Santa Genoveva y San Pablo a participar en su estación de penitencia, cuya invitación declinación por distintos motivos. Cuando la Virgen de las Aguas tomó Alfonso XII las nubes habían vuelto. Era lo previsto. El cielo azul solo era un paréntesis. Habrá que ver los próximos días. El Lunes Santo pesó las controvertidas decisiones del Domingo de Ramos. Algunas no quisieron errar. Otras estiraron el chicle demasiado.

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