La Cena y el Carmen, el ayer y hoy de Omniun Sanctorum, en los Terceros

Omnium Sanctorum, una de las iglesias más antiguas de Sevilla, cierra sus puertas en los próximos días para acometer unas obras que debieron realizarse hace unos años, pero la pandemia provocó un retraso en estas labores. El Carmen ha sido la primera hermandad en salir de su sede canónica. Lo hizo el primer domingo de mayo para ir hasta la iglesia de los Terceros, la sede de la Cena.

De algún modo, la cofradía del Domingo de Ramos vuelve a sus orígenes, una corporación nacida en Omnium Sanctorum y, ahora, por unos meses, compartirá templo con el Carmen. El párroco Pedro Juan, a la llegada de las imágenes a los Terceros, recordó la historia de la Cena en su parroquia.

Una parte de la parroquia de la calle Feria, desde el día de hoy, reside en los Terceros, o lo que es lo mismo, parte antigua y más reciente conviven en la calle Sol durante un tiempo.

A la una en punto de la tarde eran abiertas las puertas de Omnium Sanctorum. Daba inicio el traslado mientras el simpecado de Triana seguía en la calle, las procesiones de impedidos tocaban a su fin y el sol hacia acto de presencia de manera considerable.

Nadie quería perderse el traslado, ni José Luis, uno de los grandes devotos de la Virgen del Carmen, que acompaña y está con sus titulares allá donde vayan porque son su protección, a los que necesita para seguir adelante. Estaban todos los antiguos hermanos mayores en la presidencia, incluido José Manuel Rodríguez, el gran artífice de esta hermandad.

Salía la Virgen de las Maravillas en primer lugar, titular de la hermandad, en una de los pocas ocasiones que ha salido a la calle. Seguía el Señor de la Paz y la Virgen del Carmen, ambos ataviados de blanco al estar en tiempo de pascua.

En silencio, andando, cumpliendo los tiempos, con un amplio cortejo, una señal de que esta hermandad continúa en crecimiento. Solo se oía la voz de los heramnos Gallego. La comitiva recorrió la calle Feria, visitando la capilla de Montesión y San Juan de la Palma. La Virgen de las Maravillas y el Señor de la Paz eran detenidos en la puerta de cada templo, incluida la Virgen que era girada para rezar una oración ante las representaciones de cada corporación.

Tras rodear San Juan de la Palma, el cortejo transitó por Dueñas, Doña María Coronel y alcanzó la sede de la Mortaja mientras había ya público para presenciar la entrada del Carmen en los Terceros. A la hora prevista comenzaba a entrar la hermandad en la sede de la Cena.

Eran momentos emotivos que nadie quería perderse hasta la entrada de la Virgen. Un momento donde recordarán los hermanos del Carmen y la Cena. Un rezo y unas palabras de Pedro Juan cerraron un traslado para los anales de la hermandad del Miércoles Santo.