Una estadounidense en España confiesa cómo ha aprendido español sin acento: «Es imposible no equivocarte»

El secreto, asegura, no está en los manuales de gramática

Una estadounidense no da crédito con The Champions Burger de Sevilla: «Os estáis flipando un poquito con las hamburguesas»

Una estadounidense en España confiesa cómo ha aprendido español sin acento: «Es imposible no equivocarte» TikTok

Aprender un idioma es mucho más que descifrar reglas gramaticales o memorizar su vocabulario. Es una llave que abre puertas a otras culturas, que permite comprender matices y conectar con las personas de un modo profundo. Sin embargo, dominarlo hasta el punto ... de sonar como un hablante nativo es un reto que pocos logran. Expresiones locales, giros coloquiales y la propia musicalidad de cada lengua convierten el proceso en una aventura llena de obstáculos. Ese camino lo conoce bien Alexandra Hammond, una joven estadounidense que reside en España y que ha sorprendido a sus seguidores en redes sociales al contar cómo ha conseguido hablar español sin el característico acento americano.

«Soy de Estados Unidos y esto es como he aprendido español», explicó en uno de sus vídeos. Pero antes de adentrarse en los detalles, ofreció un marco para entender su historia. La joven de Texas había crecido en Dallas, aunque pasaba todos los veranos en un pequeño pueblo valenciano, tierra natal de su abuelo. Allí, entre veranos soleados y calles tranquilas, descubría el castellano y el valenciano, aunque sin llegar a dominar ninguno. «Yo he vivido en Dallas toda mi vida, pero pasaba todos los veranos en un pueblo de Valencia, pueblo de mi abuelo, pero vamos, yo con mi familia hablaba inglés, hablaba poco español, solo hablaba español con mi abuela y con mis primos cuando iba en verano».

Un aprendizaje entre dos mundos

Ese bilingüismo parcial, además, estaba condicionado por la lengua local: «Mi familia hablaba castellano, pero en mi pueblo se habla valenciano». El resultado era un aprendizaje intermitente, con inseguridades: «Entonces para mí era como más complicado aprender español como 100% y además me daba mucha vergüenza hablar porque yo sabía que iba a decir algo mal, entonces directamente pues no hablaba».

Madrid, el punto de inflexión

La verdadera transformación llegó años después, cuando la joven estadounidense decidió cruzar el Atlántico. «Hasta que mi tercer año de uni me mudé a Madrid», contó. Desde entonces, su vida cambió: «Llevo 2 años aquí en Madrid, pero todo el mundo me dice, es que no tienes acento, es que pareces española, mi madre es española y mi padre es americano». Ella misma reconoce que antes de instalarse en la capital, su acento era mucho más evidente. El secreto, asegura, no está en manuales de gramática, sino en la inmersión cultural: «Yo aprendo pues escuchando». Esa escucha activa incluía maratones de series locales y el seguimiento de creadoras de contenido españolas en redes: «Empezaba a ver un montón de series en español, empecé a seguir a influencer españolas también y además, yo creo que lo mejor para mí ha sido tener novio español, porque obviamente hablo con él todos los días».

Confesó, no obstante, que al principio la idea de mantener una relación en un idioma que no dominaba le parecía una barrera: «De hecho, yo no quería empezar con él, porque yo sabía que iba a ser muy difícil, porque yo pensaba que pues que no me iba a explicar bien, ¿sabes?». El motivo era claro: «Porque al final sé hablar español, pero yo pienso en inglés, me explico mejor en inglés».

Aunque su madre es española, la dinámica familiar ha mantenido al inglés como idioma principal: «Yo con mi familia no hablo español porque no sé, es muy raro. Mi madre a veces me habla en español, pero es que yo le respondo en inglés porque es raro, en plan, no sé».

En Madrid, en cambio, la dinámica es otra. Con su pareja ha logrado superar miedos y perfeccionar su fluidez: «Pues cuando empecé con mi novio, pues al final me ha ayudado mucho, me corrige cuando yo le dejo». Aun así, la joven de Estados Unidos reconoce con humildad sus limitaciones: «No hablo perfecto, o sea, se nota mucho».

Sin embargo, según confiesa, la gramática sigue siendo su punto débil: «Al final yo creo que con la gramática es que es imposible no equivocarte». No obstante, su filosofía de aprendizaje ha cambiado: «Ahora sé que solo se aprende y solo puedes mejorar hablando y escuchando. Voy a decir algo mal, pues sí. Pero bueno, ya me da igual, o sea, antes me daba mucha vergüenza, pero ya no tanto».

El paso más ambicioso lo ha dado este año al matricularse en un máster impartido íntegramente en español. «Y este año he empezado el máster, universidad española, que por primera vez voy a estar estudiando en español y bueno, me está costando bastante», reconoció. Aun así, confía en su capacidad: «Sé que poco a poco voy a ir mejorando y ya está».

El apoyo de su familia resulta esencial. «De hecho, gracias a Dios, mis padres vienen mucho, mi madre está aquí ahora, lleva dos meses aquí, mi padre llega mañana». Aunque ese vínculo transatlántico no le impide declarar su amor por su país de acogida: «Amo España. Yo de verdad creo que es uno de los mejores países que hay en el mundo».

Comparada con la situación política y social de su tierra natal, España le parece un refugio: «Me da mucha pena con todo lo que está pasando ahora en Estados Unidos. Yo creo que por eso también prefiero estar aquí a veces».

Aun así, mantiene intacto el apego a sus raíces. «En diciembre vuelvo a Dallas, tengo muchísimas ganas. Mis padres viven ahí, entonces para mí es casa». Y con una sonrisa resume su identidad con una frase que mezcla orgullo y humor: «I´m from Texas, man».

Artículo solo para suscriptores

Accede sin límites al mejor periodismo

Tres meses 1 Al mes Sin permanencia Suscribirme ahora
Opción recomendada Un año al 50% Ahorra 60€ Descuento anual Suscribirme ahora

Ver comentarios