El Madrid suda la vigésima

La primera media hora de partido le recordó al líder que en el fútbol, lo normal es sufrir y pasar momentos de agobio que luego te hagan disfrutar más de una victoria. Con JIM en la grada de los Juegos del Mediterráneo y un excitado Miguel Rivera alentando a los suyos desde el banquillo, los andaluces obligaron al equipo de Ancelotti a ponerse el disfraz de jornalero y a olvidarse del Mundialito. El Almería tiró la línea defensiva muy arriba y fue a presionar la salida del balón de Varane y Pepe. Todo ello comprimió el partido en un espacio de 40-45 metros que provocó los primeros pelotazos del Madrid desde la época de Mourinho.

La valiente táctica de los andaluces dejaron descolocados a los blancos durante un buen rato. Un chut de Soriano despejado por Marcelo y un cabezazo de Hemed detenido por Casillas ayudaron al Almería a creer más aún en su idea. Mientras, el Madrid intimidaba con un buen disparo de Kroos al larguero pero seguía confuso ante la pizarra de los locales. O le ponía más velocidad e intensidad a su juego o aparecía alguna genialidad, y ocurrió lo segundo. A los treinta y cuatro minutos, un centro de Carvajal cruza todo el área del Almería para acabar en la bota derecha de Isco y en una maravillosa «banana» del 23 blanco imposible para Rubén. Para poner en vídeo en los chavales el control con el pecho y el posterior golpeo del malacitano: miel del Arroyo.

El tanto del Madrid enloqueció el partido en sus diez últimos minutos antes del descanso. En el 39', Verza empalmaba un balón desde 30 metros que se alojaba en la red de Casillas. Imparable el derechazo del mediocentro a la base del poste de Íker, pero ni relamerse pudo ni afición ni equipo. En el 41', un centro medido de Kroos lo cruzó Bale con un giro de cuello tan potente que a pesar de la distancia del remate, Rubén sólo pudo hacerse la foto.

El «correcalles» que provocó el 1-2 en un periquete continuó en la segunda mitad, para disgusto de los corazones de ambos entrenadores, sobre todo el de Ancelotti, sabedor que en ese descontrol tenía mucho que perder su equipo. Álvarez Izquierdo le dio la razón a los dos tercios de partido. El el minuto 62, señaló un penalti de Marcelo sobre Edgar, por derribo del brasileño. Mala decisión del colegiado catalán (Schuster bien sabe su origen). El lateral blanco toca primero el balón y es el canario quién golpea la bota del madridista. Casillas, haciendo bueno aquello de los penaltis que no son no entran, se marcó un paradón en el lanzamiento de Verza. Ancelotti se aflojaba el nudo de la corbata.

Ahí dejó de nadar el Almería para acabar muriendo en la orilla. El cansancio comenzó a fatigar a los andaluces y el Madrid lo aprovechó para sacar una de sus mejores armas, el contragolpe, y sentenciar el partido. Cristiano, por partida doble, se aprovechó de dos fantásticas jugadas de Benzema y Carvajal para poner el 25 en la clasificación del pichichi y el 39 en el casillero de puntos de su equipo. Ni siquiera en sus partidos más flojos falla el luso a su cita con el gol. Ahora sí, el esperado Mundialito parece ya en la escenad el campeón de Europa para ponerle la guinda a un 2014 de ensueño.