15 lugares bonitos para visitar esta primavera en Sevilla

Este conjunto palaciego amurallado fue construido en diferentes etapas históricas, previas y posteriores a la Reconquista, de modo que el gótico y el mudéjar se encuentran con el arte islámico. Prueba de ello, por primavera, la encontramos en los jardines exteriores, entre murmullos de fuentes y con gran riqueza floral. El jardín de la danza, el de Troya y el del Príncipe son algunos de los más atractivos. Son, además, los más antiguos de la ciudad.

El Parque de María Luisa es un revulsivo de luces, glorietas y fuentes. De plazas, como la de España, en las que azota el sol y espacios, como el dedicado a Bécquer, en los que el turista busca la sombra. De nuevo, la riqueza de la flora del parque es uno de sus grandes atractivos, más, si cabe, durante la primavera. Existe un itinerario botánico que recorre unas 200 especies distintas, algunas tan singulares como el castaño de las Indias o el cedro del Himalaya.

Este es el jardín público más antiguo de Europa. Zona artística de la ciudad, donde la tauromaquia y el flamenco tuvo uno de sus centros nocturnos, fue reformada en 2008 para otorgarle es aspecto que hoy presenta, ya sin el albero que la caracterizaba. Es una enorme plaza donde reina el ocio y la gastronomía. Polo para salir de tapas por la noche y a mediodía a disfrutar de la parte más alternativa de la ciudad.

Cerca de la Alameda, otro de los espacios que más vida rezuma es el mercado de la calle Feria, reconvertido en uno de esos centros que combina plaza de abastos con la zona de restauración. En el mercado pueden comprarse algunos productos locales de temporada. También, como la Alameda, es un lugar idóneo en el que salir de tapas en busca de un resquicio de sol.

El más grande de los parques del municipio sevillano es este. También, por su lejanía con respecto al centro urbano, uno de los más salvajes, en el cual salir a montar en bicicleta o dar un paseo a pie. Tiene una superficie de 120 hectáreas y, a la vera del Guadalquivir, alcanza hasta el municipio de Santiponce.

Otra de las atracciones más atractivas de Sevilla es el acuario, inaugurado en 2014. Cuenta con más de 400 especies tanto marinas como de río. Además, su emplazamiento, en el Muelle de las Delicias, ha avivado la zona. Ahora este lugar es un área de recreo con restaurantes con vistas privilegiadas. Ideal también para avistar los barcos que, especialmente estas fechas, entran y parten del muelle.

La imagen de las casitas, imantadas unas a otras, como abrazándose y presumiendo a su vez de un ramillete de colores ha enamorado a millones de visitantes a lo largo de los años. Junto al río, la orilla que conecta el barrio de Triana con el de Los Remedios, es una suerte de malecón transitado por turistas y pescadores. Desde el monumento de Chillida, al frente, puede apreciarse en todo su esplendor, mientras el río luce lleno de vida entre barcos y piraguas.

También próximo al río Guadalquivir, hacia donde Sevilla mira en primavera, ya sea para buscar estampas de pasos y nazarenos, de gitanas cruzando hacia la feria o imágenes fuera de estas fechas tan señaladas. El Huevo de Colón es un monumento de grandes dimensiones ubicado en un área verde en el barrio de San Jerónimo. El parque tiene su origen en los viveros que se colocaron en este lugar para abastecer de plantas a la Expo 92. El monumento, que en realidad se llama 'Nacimiento de un hombre nuevo', es una pieza de bronce del escultor ruso-georgiano Zurab Tsereteli de 45 metros de altura.

Este conjunto monumental ocupa una superficie de 9.000 metros cuadrados. Pertenece a la Casa de Alba, cuenta con una de las colecciones de arte más importantes de Sevilla, y el patio, los jardines, el abrevadero y el hermoso claustro, uno de sus grandes reclamos, hacen que la visita primaveral sea una de las más solicitadas. Inquilinos ilustres, desde premio Nobel hasta reyes, arte y nobleza en un rincón en el que se reúnen obras de Bacarisas con Neri di Bicci, José de Ribera, Mariano Benlliure, Esquivel, Julio Romero de Torres, Sorolla o Carmen Laffón.

Los contrastes quizá sean el gran encanto de este centro dedicado al Arte Andaluz Contemporáneo, en plena Cartuja de Sevilla. Ocupa, de hecho, el edificio más antiguo de la zona. En el CAAC, al aire libre, se celebran conciertos de primeras figuras y sesiones de música tecno. También cuenta con exposiciones temporales y permanentes. En lo que a la arquitectura se refiere, destacan las chimeneas del Monasterio de Santa María de las Cuevas.

Este espacio ha sufrido reformas y remodelaciones. Un antiguo convento con una vieja torre, la de Don Fadrique, que muy pocos conocen, ya que está oculta en un patio cercano a la zona de la Alameda. Desde sus patios y estancias, donde se celebran conciertos y tienen lugar exposiciones, uno puede imaginar la vida de aquellos monjes entre azulejos de cerámica, elaborados artesonados, muros y fuentes que miran hacia el cielo.

Roma aún late en la provincia de Sevilla, entre vestigios como las ruinas de Munigua y, muy especialmente, las de Itálica, en el municipio de Santiponce, a pocos kilómetros de la ciudad, lo que hace que se pueda llegar incluso en bicicleta sin dificultad. De la ciudad que diera a luz a los emperadores Adriano y Trajano se conservan valiosos mosaicos, el anfiteatro, un acueducto, murallas, casas y termas.

También en el área metropolitana de Sevilla se localiza otro lugar ideal para visitar en primavera: el paraje de los pinares de Oromana que buscan el agua que les proporciona el río Guadaíra que da nombre al pueblo. Además de las ventas cercanas, como El Carrito, con especialidad en carnes maduradas, o el hotel Legado Oromana, donde hacer una parada gastronómica, el terreno resulta adecuado para senderistas. Los molinos abandonados amenizan el paisaje, embellecido por el agua y la luz de esta estación.

A escasos minutos de la capital, otra patricia chica de los aficionados a la buena gastronomía. Coria, como Gelves, La Puebla o Isla Mayor, ofrece arroz con pato y marisma, cangrejos de río, albures en adobo, camarones y otros productos locales. El Guadalquivir, por esta zona, cuenta historias sinuosas de japoneses que llegaron para asentarse, navegantes que dieron la vuelta al mundo por primera vez y esturiones que abandonaron este lecho.

Por último, otro plan en la provincia de Sevilla fuera de la capital para disfrutar en familia: una escapada al Castillo de las Guardas, un bello pueblo en la serranía. De todos los planes que sugerimos, este es el plan más lejano, tomando como referencia el casco urbano, pues está a poco más de media hora en coche. En la reserva natural, a través de una ruta en coche, los visitantes ven todo tipo de reptiles, aves y mamíferos, a los que se les ofrecen zanahorias. Los más populares: cebras, jirafas y emús. También hay leones, rinocerontes, tigres, monos, elefantes e hipopótamos.

Las once primeras sugerencias tienen lugar en el municipio de Sevilla. Las cuatro restantes, en zonas próximas a la capital, como su área metropolitana o la población del Castillo de las Guardas, en el Corredor de la Plata.