Vanesa Martín: «Cantar viendo Sevilla al atardecer es de lo más bonito que llevo en mi retina»

- Esta noche, en Puertollano, llega el primero de los 20 conciertos confirmados en España de la Gira 'Placeres y Pecados'. ¿Todo a punto?

- Deseando. Tenemos muchas ganas de arrancar porque es un disco que está pidiendo a gritos carretera. Hemos estado organizando y afinando el repertorio y cambiando cosas técnicamente, como la intro o algunos audiovisuales. Es una propuesta más evolucionada, a la que le hemos inyectado más fuerza, más definición.

- Una propuesta que, por otra parte, llevará en nada a Latinoamérica…

- Lo de República Dominicana el sábado 20 se ha colado ahí entre medias porque lo teníamos pendiente de la gira anterior y no pudo ser. Al final lo hemos enmarcado dentro de 'Placeres y Pecados', pero realmente la gira empieza en España y ya en otoño va a Latinoamérica (Argentina, México) y después a Estados Unidos. Ampliamos a países nuevos y, dentro de los que ya conocemos, tocamos en más territorios. Pero ahora comenzamos esta gira amplia en España, donde hemos elegido lugares muy emblemáticos. Va a ser bonito.

- Sin ir más lejos, la Plaza de España de Sevilla le espera el 29 de junio, dentro del marco del Festival Icónica. ¿Qué vibraciones le da este concierto?

- Para mí es la primera vez. Yo he actuado en el Auditorio Rocío Jurado varias veces, en la Plaza de Toros de la Maestranza, pero en la Plaza de España es la primera y me emociona mucho porque sé el peso que tiene, la cultura que guarda y el cuidado que requiere. Además, Sevilla es una ciudad que me ha tratado siempre de una manera muy generosa, que me ha abierto las puertas desde el primer momento en mi carrera y con la que tengo una complicidad muy mágica y muy especial. En mis conciertos aquí siempre se genera un ambiente muy cómplice.

- En marzo tuvo una toma de contacto con lo que viene en aquel exclusivo recital de las Setas de la Encarnación…

- Es probablemente una de las experiencias más bonitas que me llevo en mi vida, en mi retina. Cantar ahí encima de las Setas, viendo toda Sevilla al atardecer, fue una locura. La gente de Icónica no son conscientes del regalo que me hicieron al proponérmelo. Eso sí, no tiene nada que ver con la gira en cuanto a que técnicamente no podíamos hacer mucho pues era un espacio muy reducido. Y extralimitado: sólo para 50 personas. Muy íntimo.

- ¿Ante qué tipo de conciertos nos encontramos?

- Ante una gira muy poderosa. Por supuesto la columna vertebral es 'Placeres y pecados', pero también rescato canciones que hace mucho que no tocaba en directo y por supuesto las que no pueden faltar de discos anteriores. Pasamos por diferentes momentos, con climas más rockeros, más cañeros, con más fuerza, junto a momentos de intimidad que nos quedamos el público, el piano y yo. Ese silencio de la gente, aunque sea un concierto multitudinario, hace que se dé 'la conexión'.

- ¿Cómo se elabora un repertorio que haga justicia al centenar amplio de canciones que ya suma su trayectoria?

- Eso es un dolor de cabeza muy grande. Yo soy muy escrupulosa a la hora de elaborar un repertorio, de decidir qué entra y porqué. Por eso a la hora de dejar canciones fuera pues me duele, porque las echas de menos. Es como cuando echas de menos a alguien. Por eso en esta gira he rescatado canciones que hacía tiempo que no cantaba y que me apetece volver a meter. También lo que voy a hacer este año es dejar a la improvisación una parte del concierto, ya sea con el piano o con la guitarra, para ir viajando junto al público por otras canciones que vayan surgiendo, dependiendo del momento y dependiendo de lo que nos apetezca.

- Tanto en 'Siete veces sí', su anterior álbum, como sobre todo en 'Placeres y pecados' coquetea con estilos más variados (el reggaeton de 'Llega el momento', la electrónica melódica de 'Verano eterno'). ¿Se plasmará esto en la gira?

- Por supuesto, en el concierto aún más. Cualquier disco mío en el vivo lo multiplicamos por cien. El directo te da otra libertad y todo suena mucho más potente. Un disco tienes que medirlo más para que la escucha sea agradable. En un concierto eso se multiplica. Respecto a los estilos, yo siempre procuro actualizarme. Soy muy inquieta respecto a lo nuevo que va sonando, las nuevas maneras. Es como cuando vas a comer a un restaurante y, aunque pides lo que siempre te gusta, vas probando cosas nuevas.

- ¿Significa que quedarán un poco al lado esas baladas tan marca de la casa?

- Claro que no. Yo respeto mi equilibrio y respeto mi esencia. La identidad creo que no la vamos a perder nunca. Después de ocho discos, si estoy aquí es porque me he ocupado de ir renovando y mezclando con lo nuevo. Para mí es prioridad porque yo misma me aburro si no lo hago.

- Jesse & Joy, Manuel Carrasco, Pastora Soler… son algunos de los últimos artistas con los que ha plasmado grandes dúos. ¿Con quién la veremos cantar a lo largo de esta gira?

- Cada una de las colaboraciones que he hecho a lo largo de mi carrera las repetiría sin duda porque con algunos de los artistas que he cantado tengo a día de hoy una amistad increíble. Te prometo que no cantamos más entre nosotros -por lo menos a mí me pasa- porque coincidimos en las fechas y tenemos las agendas apretadísimas. Tengo la suerte de contar con muchos amigos en esta profesión que admiro y quiero que por supuesto tienen mi escenario abierto para ellos. Tenemos muchas colaboraciones pendientes que no se dan precisamente por cuestión de agenda.

- Su ritmo creativo es digno de elogio. ¿Nunca ha tenido una crisis de inspiración?

- La vida sucede tan deprisa, tan fuerte, y pasan tantas cosas… Yo me nutro mucho obviamente de mi experiencia personal, pero también de lo que ocurre a mi alrededor. Del cine, de la literatura. Al final termino pensando en canciones. Cuando escribo para otros artistas como por ejemplo para Pastora Soler, mi amiga a la que quiero y adoro, los temas surgen de conversaciones en las que vemos que queremos transmitir. Lo importante es contar las cosas desde otro punto de vista. El amor es el amor, pero hay que contarlo -y atacarlo- desde muchas maneras y perspectivas diferentes.

- El público y la crítica la avalan. No sólo por los llenos en los estadios, sino también por nombramientos como el de Hija Predilecta de Andalucía y, recientemente, el de Medalla de Oro de Málaga. ¿Qué siente?

- Me emociona mucho. Es como si tu ciudad, la tierra de donde vienes, te reconociera tu identidad, tus valores más primarios de familia y amigos, tus primeros pasos en la vida. En este caso, yo cuanto más viajo más defiendo Málaga, más la valoro. Es una realidad que es una ciudad culturalmente muy rica, que tecnológicamente está a la vanguardia.

- Por último, justo una semana antes del concierto tiene otra cita clave aquí en Sevilla, que es el Pregón del Orgullo LGTBIQ+. ¿Cómo ha recibido el nombramiento?

- Me siento honrada. Me ilusiona que hayan pensado en mí. Creo que la libertad de cada cual, el poder expresarse emocional y sexualmente como cada uno quiera, debe ser fundamental en los tiempos que corren. Queda ya muy antiguo lo de juzgar, incluso lo de plantear ciertas preguntas. Por mi parte va a ser un pregón muy honesto, muy de verdad, muy directo y obviamente espero que la gente lo reciba así. En los últimos años ha habido críticas y situaciones que hacen que sean más necesarios estos mensajes. No podemos permitir que se vaya en contra de los derechos humanos ni de la libertad de cada uno.