Niña Pastori: «Ojalá pueda estar en la próxima Bienal, estaría bien preparar algo bonito»

La de hoy será la tercera actuación de la gaditana en Sevilla en menos de un año y, además, con la misma gira, 'Camino'. El 30 de septiembre de 2023 actuó en el Cabaret Festival de Mairena del Aljarafe y el 16 de diciembre hizo lo propio en el auditorio Fibes. Niña Pastori recibirá la misma respuesta del público que en sus citas precedentes, esto es, entradas agotadas con meses de antelación y expectación máxima. En el coso maestrante serán 7.000 los fans que podrán disfrutar del arte de la cinco veces ganadora de un premio Grammy Latino.

No es para menos, su talento, capaz de convertirla en contemporánea sin perderle la cara a sus raíces, la ha lanzado al estrellato, convirtiéndose en la referencia internacional del flamenco actual, como ha quedado refrendado con su reciente y exitosa gira por Estados Unidos y México.

- La de este sábado será la tercera vez que actúe en Sevilla con la gira de 'Camino'. Y vuelve a agotar las entradas con mucha antelación. El vínculo es cada vez más estrecho…

- En esta gira hemos repetido en muchas ciudades, pero como en Sevilla la verdad es que no. Siempre ha sido una ciudad que me ha aportado mucho desde el principio de mi carrera, pero es verdad que ha ido cambiando con los años y se ha convertido en una plaza súper fiel y entregada. Sinceramente, siento que Sevilla está en un momento muy especial conmigo, que está entregadísima. No tengo palabras para agradecer tanto. Solo puedo decir que el hecho de percibir tantas ganas e ilusión acarrea más responsabilidad aún.

- ¿Se plantea hacer algo en la ciudad de más envergadura aún a corto plazo? Me refiero al estadio de la Cartuja o un recinto similar.

(Niña Pastori permanece callada, y tras uno segundos esboza una sonrisa a caballo entre el rubor y el hermetismo).

- No lo sé, a ver qué pasa más adelante, cómo van las cosas y qué se puede hacer; pero como te digo es súper bonito vivir esto aquí, sobre todo porque es un público complicado y difícil. Para que Sevilla se vuelque contigo, antes te tienes que entregar y ellos sentir una cosa muy especial.

- ¿Existen diferencias entre el concierto de este sábado y los otros dos de esta misma gira en Sevilla? 

- Sí, hemos cambiado algunas cositas en el repertorio. Y, además, te adelanto que habrá algunas sorpresas en forma de artistas invitados.

- Un espectáculo de flamenco y el ruedo de la Maestranza son dos conceptos que casan bien, ¿no cree? Se funden dos tradiciones españolas.

- Es verdad. La Maestranza es muy bonita, es un marco preciosísimo para el arte y para inspirarnos y meternos en el sitio, que no siempre es fácil. E impone mucho, pero eso también ayuda a meternos con ese punto de respeto.

- ¿Ha asistido a algún concierto o corrida?

- A conciertos no he ido, siempre me ha coincidido con compromisos de trabajo, pero sí he asistido a algunas corridas. En la última que estuve fue hace un año, en la despedida de El Juli, que para mí es un artista extraordinario al que admiro mucho. Es una plaza que impone para ir a ver los toros, incluso para pasearla por fuera y rodearla. Tiene un toque solemne y un poso muy especial.

- Hace un año Luz Casal me confesó lo siguiente: «A mis 64 años siento que estoy en el ecuador de mi vida profesional». Según esta regla de tres, ¿en qué momento está Niña Pastori?

- (risas) La entiendo perfectamente. Porque es verdad que cuando se tienen ganas y se tiene ilusión por ejercer tu profesión se tiene la sensación de no haber hecho tanto y de que quedan muchas cosas por hacer. Yo tengo 46 y saqué mi primer disco con 17, pero empecé a cantar con 8 años y tengo una sensación similar a la de Luz. Después de que termine esta gira voy a anunciar una cosa súper bonita, una sorpresa que es casi un sueño para mí y que dentro de poco se va a cumplir.

- Supongo que irá relacionado con el hecho de que el año que viene cumple 30 años de carrera profesional. 

- Bueno, ya se verá, no quiero anticipar nada porque no me dejan todavía.

- Dentro del flamenco es una voz más que autorizada. ¿Qué destaca del flamenco actual y qué echa en falta? 

- Ahora mismo se están haciendo cosas muy bonitas a las que apoyo, desde gente que está dentro del flamenco desde hace tiempo como Estrella Morente, a artistas más nuevos como Israel Fernández, María Terremoto, Reyes Carrasco, Lela Soto, Alonsito Rancapino o Antonio Reyes. Una vez dicho esto, también digo que el flamenco no es ni sombra de lo que fue.

- ¿Quiere concretar?

- Me refiero a esa cultura de festivales que había y ya apenas existe. Antes había una cantidad enorme de festivales, los artistas pasaban de un festival a otro y se llevaban todo el verano sin parar, concretamente en Andalucía era todo el rato. Esos festivales largos que empezaban a las diez de la noche y terminaban a las cuatro o las cinco de la mañana… Era un cantaor tras otro, y un baialor y luego otro. Eso ya se ha terminado.

- Y además eran todos figuras. Podías ver perfectamente en el mismo festival a Camarón, al Lebrijano, a Pansequito…

- ¡Totalmente! A la familia Montoya, Lole y Manuel, Juana la del Revuelo, Aurora Vargas, Rancapino, era una auténtica barbaridad. Bueno, está la Bienal, que aporta muchísimo al flamenco y está genial. Pero es verdad que falta todo lo que se hacía, las peñas también.

- En la Bienal no ha actuado nunca, ¿verdad?

- Yo la Bienal no la he hecho nunca, y si la hice fue una cosita muy, muy al principio. Pero yo creo que no, principalmente porque entonces, cuando yo empezaba, en la Bienal había que hacer recitales con un flamenco más ortodoxo, y yo estaba con el primer y segundo disco, que iban por otros derroteros. Y la verdad es que me apetece, lo que pasa es que hay que hacer algo muy concreto para la Bienal, y a veces no es fácil preparar un espectáculo solo para ese día. Estaría bien hacer algo bonito, con cariño y bien hecho para la Bienal.

- A ver si dentro de dos años puede ser, porque esta edición está ya a punto de empezar…

- Ojalá.

- Creo que 'Camino' no es de sus discos más exigentes a nivel vocal…

- Totalmente de acuerdo.

- Sin embargo, ha calado igual, o incluso más, entre su público. Sin duda, un ejemplo claro de que en la música, incluso en el flamenco, no se trata de estar constantemente haciendo una exhibición de poder. 

- Eso lo tengo muy claro. Con los años te vas dando cuenta de que es más importante decirlo y transmitirlo que quizá hacer tanta cosa.

- 'La tierra', sin ir más lejos, se ajusta a los parámetros que estamos hablando. 

- Así es. Es un tema muy especial para mí, porque está inspirado en una soleá que hace Fernanda de Utrera, que para mí ha sido un pilar capital dentro del flamenco. Bueno, Fernanda y Bernarda, pero Fernanda es verdad que tenía una forma de transmitir que te calaba hasta los huesos.

- Le voy a contar una experiencia propia. Cuando hablo con artistas de otros países me gusta preguntarles por la música que se hace en España, especialmente por el flamenco. Y siempre me nombran a Niña Pastori. Los casos más recientes han sido los de Carlos Vives (Colombia) y Gilberto Santa Rosa (Puerto Rico), que hablaban maravilla de Niña Pastori. ¿Es consciente de que se ha convertido en el referente del flamenco actual fuera de España?

- Me alegro profundamente de ello. Es una cosa que he luchado y que sigo luchando, porque esta profesión no es nada fácil, hay que trabajar muy duro, ser muy constante, muy transparente a nivel artístico y dar lo mejor que tengas en cada momento. Así que me da mucha alegría cuando percibo en la gente de fuera ese respeto tan bonito por este arte nuestro que es el flamenco, que es tan grande y tan especial.

- Por cierto, hablando de artistas latinos, este año ha lanzado un EP con la mexicana Lila Downs y la argentina Soledad Pastorutti. ¿Habrá gira?

- Sí, estamos ahí viendo cómo nos podemos organizar, porque estamos cada una en un sitio con sus proyectos y no es nada fácil. Pero estamos intentando darle forma. Porque ya es el segundo disco que hacemos y no hemos hecho nada en forma directa.