José Mercé: «Ahora hay muchos artistas de Instagram y Tik Tok y pocos de directo y escenario»

—Se le ve muy sonriente. Supongo que últimamente se lo habrán dicho mucho, pero transmite una alegría que es digna de resaltar, José.

—Es que estoy en un buen momento. Estoy feliz, me siento pleno, con muchas ganas, cantando en todos los grandes teatros de este país, ¿qué más puedo pedir?

—En apenas dos meses concentra hasta ocho conciertos: Sevilla, Madrid, Granada, Salamanca, Mérida, Barcelona, Bilbao, Albacete… 'El Oripandó' le está dando muchas alegrías.

—¡Muchísimas! Hay muy buenas perspectivas, imagínate los meses de otoño tan ilusionantes que tenemos por delante. A la gente le está llenando, le está llegando, y para mí es un placer llevar al directo esta obra tan especial para mí.

—¿Qué público está yendo a los conciertos de esta gira?

—Hay de todas las edades. Abuelos, padres, nietos… Es algo que ya no me sorprende tanto, porque desde que hice 'Del amanecer', 'Aire' o 'Lío' ya atraje a un público diferente, y eso para mí es una satisfacción grandiosa.

—¿Pero nota más gente joven respecto a giras anteriores?

—Sí, sí. Lo noto muchísimo.

—Recuerdo que en la entrevista que le hice el año pasado en una cafetería del centro de Sevilla, nos vieron unos niños a través de la cristalera y le pidieron entrar para hacerse una foto.

—Sí, es casi mi día a día. A veces estoy sentado en una terraza y pasan niños que salen del colegio o el instituto y en cuanto me ven me piden fotos, yo me quedo pasmado.

—Como acabamos de decir, 'El Oripandó' ha sido un disco que ha contado con el reconocimiento de la prensa y el público, no obstante, también ha recibido alguna que otra crítica por parte de los más puristas del flamenco. Después de 50 años como cantaor, ¿cómo encaja las críticas?

—Yo siempre digo que respeto a todo el mundo, pero que yo sé cómo canto. A unos les puede gustar más y a otros menos, el libro de los gustos está en blanco. Lo que sí te digo es que ya no siento esa agonía de aquella época en la que me hacían dos críticas malas y me quedaba sin comer. Afortunadamente eso ya se ha acabado. Estaré de acuerdo o no, pero tampoco me quita el sueño.

—¿Cree que este disco tendrá aún más reconocimiento dentro de unos años?

—Yo estoy convencido de que ocurrirá eso. Es un trabajo que hay que escucharlo mucho para sacarle todas las cosas buenas que tiene, y no sé el tiempo que tardará, pero a la larga será un disco que siempre estará ahí. Lo que se ha hecho en este disco nunca se ha hecho antes en el flamenco. Es algo muy vanguardista. Ya se darán cuenta de lo que hay ahí.

—Todavía quedan por vender entradas para su concierto de este sábado. Tengo la sensación de que si trajera un espectáculo más clásico a la Bienal, por ejemplo, llenaría dos veces este recinto. ¿Es el peaje que hay que pagar por hacer vanguardia?

—Es probable. Lo bonito es arriesgarse. De todos modos, al final siempre va mucha gente a comprar las entradas a última hora.

—Hace unos días se conocían las nominaciones a los Grammy Latinos que se celebrarán en noviembre en Sevilla. ¿Le sorprende que José Mercé y su 'Orinpandó' no estuviesen nominados el año pasado en la categoría de flamenco?

—Ahora hay muchos artistas de Instagram y Tik Tok y pocos de directo y escenario (risas). Pero lo mío es disfrutar de mi trabajo, disfrutar muchísimo en el escenario. A estas alturas de mi carrera este tipo de cosas no me quita el sueño.

—A mí me llama mucho la atención la nominación de este año a Omar Montes en la categoría de flamenco.

—Ea, pues pregúntale ahora a los llamados puristas (risas), a ver qué te dicen. Pues fíjate, yo qué sé, hijo. Sinceramente no lo entiendo, si lo tienen en esa categoría es para hacerse ver cómo está el mundo del flamenco. Alucino.

—Una mente inquieta como la suya tiene que estar planeando algo para el futuro cercano.

—Ya estamos maquinando cosas, sí.

—Deme una exclusiva.

—(risas) En febrero ya tiene que haber algo en el mercado, por lo menos el primer single. Será un disco más tradicional en los cantes, en principio la idea que tengo es cante, guitarra, palmas y cajón, como mucho. Con letras nuevas, por supuesto.