Concierto de El Kanka en Sevilla: el bello triunfo de una honestidad brutal

Pero El Kanka marca sus propios tiempos. Casi un año y medio después de aquello ha estrenado álbum hace poco más de un mes, 'Cosas de los vivientes', y acaba de arrancar su gira de nombre homónimo. De este modo, el malagueño ha regresado con ánimos renovados y desafiando a los tiempos del circuito musical.

Un envite del que sale claramente ganador a tenor de la buena acogida de su esperado trabajo y, sobre todo, del magnífico concierto que ofreció anoche en un abarrotado Cartuja Center Cite de Sevilla, para el que se agotaron hace meses las 3.500 entradas puestas a la venta.

Que el público le ha esperado durante este lustro sin material nuevo (salvo el EP 'CanEpé, editado en 2019) y 16 meses sin directos, quedó ayer más que patente no solo por la cantidad de fans que se dieron cita, sino por la magnífica sintonía entre el artista y su fiel parroquia de seguidores, las incontables ovaciones y la palpable emoción instaurada durante las dos horas que duró el show en el magnífico auditorio hispalense.

Además, este regreso lo lleva a cabo muy convencido de la calidad de su última remesa de canciones, un trabajo cuyas letras rezuman honestidad a borbotones, en el que se abre en canal. Y es que El Kanka interpretó anoche hasta 12 de los 14 temas que componen el flamante 'Cosas de los vivientes' (todos excepto 'El anfitrión' y 'Baladí'). Aspecto este de interpretar en una gira prácticamente todo el disco recién estrenado que se ve en poquísimas ocasiones.

Mención especial merece la escenografía propuesta en esta gira, un espectacular escenario repleto de árboles y ramas, con constantes cambios de iluminación y color, hasta conformar una estampa bucólica y preciosista.

Entre las nuevas destacaron un póker de temas que reflejan a la perfección la variedad y la dimensión que está tomando la música de El Kanka y la buena y sincera pluma del malagueño: 'Autorretrato', en la que se desnuda emocionalmente; 'Youtuber', una divertida declaración de amor con deje de carnaval gaditano; 'Canción de adiós', refinada despedida cuyo acompañamiento de acordeón trasladó al París más bohemio, y la que para un servidor es la verdadera joya de este álbum, 'No se dice suerte', con la que cerró el concierto plasmando con sumo gusto y claras reminiscencias del folklore latinoamericano las dos caras del mundo del artista (la distancia, la soledad, el subidón cuando sube el telón).

A lo largo de la noche se pudo detectar perfectamente la clara evolución musical de El Kanka: desde sus inicios hasta la actualidad; desde aquel cantante desenfadado y 'buenrrollista' que emanaba positividad y simpatía, hasta su versión más cercana al cantautor clásico, con la que sin darse aires de genio explora y profundiza en temas complejos.

Acompañado por su quinteto habitual de músicos, que anoche, por momentos, solaparon la voz del malagueño con un volumen altísimo, el artista dejó notables muestras de su elegante pop arraigado en lo andaluz no exento de influjos externos, especialmente latinoamericanos, una tierra que el malagueño ama fruto de sus giras al otro lado del océano.

Por supuesto, no faltaron los éxitos más celebrados del artista andaluz, 'Lo mal que estoy (y lo poco que me quejo)', 'Vengas cuando vengas', cantada a dúo junto a la gaditana Carmen Boza; la bossanova 'Por tu olor', 'Canela en rama', 'Qué bello es vivir', 'Sí que puedes' y la exquisita 'Volar', ya en los bises.

Tras la cita en Sevilla, El Kanka continúa con su gira inmerso en un mes de marzo de vértigo, con cinco conciertos en veinte días, uno de ellos en el Wizink Center de Madrid.