Omar Montes confiesa a Sobera por qué era el chaval con más iPod del barrio

Empezó hablando de sus orígenes humildes. «Tenía menos dinero que uno que se está bañando», confesó. En aquellos tiempos difíciles, su profesión era la delincuencia. «Yo era el el que más iPod mini tenía del barrio. Tenía 12 o 13. De todos los colores«, reveló. «Nunca me pillaron, porque tengo unas piernas maravillosas. Ni Cristiano Ronaldo ».

En aquellos tiempos, «no podía hacer cosas tan cotidianas como ir al cine». El que entonces era su sueño parece hoy sencillo de cumplir, pero entonces lo veía como un imposible: «Siempre he querido ganar dinero para llevar a mi abuela al cine».

«Es como si fuera mi mama 2», aseguró de Isabel Pantoja el ganador de la edición más seguida de «Supervivientes» , en la que coincidió con la tonadillera.

De mamá a papá, el suyo, al que echó de menos de niño, lo que le produjo «carencias afectivas» ya felizmente superadas. «Nos llevamos muy bien ahora. Estaba muy alocado de joven... Ahora cuida de mis dos hermanas, está toda la familia muy unida y estamos súper bien».

Como sabe bien qué se siente por la ausencia de un padre en la infancia, el cantante dice no perderse ni un día de la vida de su hijo, Omar Junior , fruto de una relación anterior a la que tuvo con la hija de Isabel Pantoja .

Su relación con Chabelita ha quedado muy atrás. Cuando Sobera le preguntó por su estado sentimental, Omar regateó al presentador: «Estoy muy contento, paso mucho tiempo con mi hijo, con mi abuelita…», respondió.

Dice estar buscando a su mujer ideal. «Que sea una chica simpática, buena gente, amiga de sus amigos. Lo que más me gusta es que por dentro tenga buen corazón», detalló.

Hoy ya no son tantos como antaño los que escuchan la música en los iPod mini. El teléfono ha pasado a desempeñar la función de equipo de música: en él se escuchan canciones y se ven vídeos. Y es en este contexto en el que ha triunfado el niño que robaba reproductores iPod. «He batido todos los récords en la música española», presumió Omar , que suele ir de humilde. Sus canciones se han visualizado más de 174 millones de veces en su canal de Internet , apuntó Sobera . Lo está «petando» con su trap y reguetón cañí.

«Era un niño normal, pero tenía factores en mi contra», recordó. Le llamaban «gitano» y «moro de m...». Y «gordo».

«Aquellos mismos chavales que me insultaban ahora llenan mis conciertos». Y le dicen: «Por favor, selfi». Y él se presta. «Si yo fuera malo, a más de uno le daría una hostia «en venganza por el «bullying» «Pero no soy vengativo», matizó.

Ahora no lo es. Lo fue en el pasado. El «bullying» despertó en él una gran agresividad. Afortunadamente, la canalizó hacia el mundo del deporte.

«Vienes todos los días señalado», le decía su abuela Mari Ángeles cuando regresaba de la calle, donde era el «pim pam pum» de los niños y adolescentes. Probó con el kárate, pero no le enganchó. Así que se pasó al boxeo, en el que se inició «con 12 o 13 años». Acertó: fue primero campeón madrileño y después español. La calle fue suya desde entonces. Después pasó a los platós: se estrenó en 2011 en «Mujeres y hombres y viceversa» , fue castigado por la audiencia en «Gran Hermano VIP 8» y finalmente triunfó en «Supervivientes» .

A Omar le llevaron al programa a una fan, la señora María , jienense residente en Palma de Mallorca . La mujer está instalada en la depresión. El cuidado de su padre, que sufrió un ictus hace cinco años, la tiene agotada y sin ganas de nada. Solo las redes sociales y programas como «Supervivientes» la animan. Lo que más deseaba en el mundo era conocer a Omar.

En presencia de Lorena, hija de María, Sobera le preguntó al cantante cómo veía la situación. «Si Christofer remontó, ella también», bromeó. «Eso se lo quito yo en un momento», dijo en relación a la depresión de la señora. Por fin compareció en el plató María , quien se refirió a Jorge Javier «como su niño» y a Omar como «la única persona en la que siempre pienso».

«Te quiero como si fueses de mi familia», le dijo la mujer entre lágrimas cuando lo tuvo delante. «La vida es una actitud. Tienes que disfrutar de las pequeñas cosas», aconsejó el «superviviente» para que saliese de la depresión. Finalmente ambos se abrazaron, y lo hicieron sin que nadie se lo reprochase, porque el programa era grabado, y anterior, se supone, al actual estado de máxima precaución. Como guinda final, Omar le dedicó una de esas canciones que lo han convertido en un fenómeno de masas. Si recupera a María de la depresión, habrá hasta quien pida que se inicie su proceso de canonización.