Las productoras independientes «de verdad», desoladas ante la nueva Ley Audiovisual
«No vemos recogida en el proyecto ni una sola de las alegaciones que hicimos a lo largo de los dos procesos previos de audiencia pública»
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Las asociaciones y federaciones Aecine, Diboos, MAPA, PIAF, PROA y Profilm, agrupadas en la Plataforma Audiovisual de Productoras Independientes (PAP) aseguran ver «con desolación» que el proyecto de Ley de Comunicación Audiovisual enviado al Congreso «no responde a las necesidades del sector, no ... fomenta su consolidación y crecimiento, abandona a su suerte a una industria cultural estratégica y tampoco responde al espíritu de la directiva europea que busca proteger la industria propia». «Los productores independientes no podemos sino sorprendernos por las palabras de la vicepresidenta primera del Gobierno en el sentido de que con esta Ley se habría conseguido 'un equilibrio con el sector audiovisual', ya que no vemos recogida en ella ni una sola de las alegaciones que hicimos a lo largo de los dos procesos de audiencia pública previos».
Las demandas de PAP han sido desoídas por el Gobierno, «olvidando su contribución al país, desprotegiéndola y condenándola a una dependencia irreversible de los grandes suministradores de contenidos que en poco tiempo alejará los centros de decisión respecto a la producción audiovisual que se realice en España y que laminará la propiedad intelectual de las producciones que se hayan realizado aquí, empobreciendo su patrimonio audiovisual».
«La defensa del productor independiente que realiza PAP surge de la necesidad de permitir la convivencia entre productoras independientes y las grandes plataformas, estudios o productoras extranjeras que optan por rodar o posproducir en España», añaden los productores «independientes de verdad». Esta convivencia, aseguran, «ha sido y sigue siendo extremadamente positiva y enriquecedora, contribuyendo a dotar de más peso al sector audiovisual español y a crear un tejido industrial más competitivo».
Según explican los productores independientes, «las grandes cadenas e inversores extranjeros han ido haciéndose con la producción, los derechos y a menudo con la misma propiedad societaria de importantes productoras que en su día fueron independientes y ahora son instrumentos de los proveedores de contenidos».
Uno de los puntos más preocupantes del texto, insisten, «es la confusión entre las productoras realmente independientes y las que la ley permite pasar por tales cuando claramente son herramientas de grandes plataformas y cadenas de TV , que dependen completamente de lo que estas decidan y que forman parte con mayor o menor claridad de grandes grupos empresariales internacionales».
Como han señalado otros agentes del sector, como la unión de Televisiones Comerciales en Abierto, Uteca , «el pretendido apoyo del proyecto de ley a la producción independiente se traducirá en que las beneficiarias serán multinacionales propietarias de productoras que, a causa de la mala redacción del proyecto, pasarán ahora por independientes».
«Las productoras verdaderamente independientes, aquellas que no hemos sido controladas comercial o empresarialmente por prestadores de servicios audiovisuales y que sí tenemos nuestro capital social dentro de la Unión Europea, nos vemos así ignoradas y desprotegidas », añade el comunicado de PAP. Esto supondrá que, «tanto en los aspectos creativos como comerciales y empresariales», se dejará en manos de las grandes compañías suministradoras «las decisiones sobre el futuro audiovisual de nuestro país».
Cortina de humo de las lenguas autonómicas
En la propuesta de Ley, dicen los productores, tampoco ven que queden reflejados la diversidad cultural y las obligaciones de todos los prestadores de servicios de comunicación audiovisual que dirijan sus servicios al mercado español, sea cual sea su país de establecimiento. «Al mismo tiempo, se está hablando de unas aportaciones económicas de las cuales desconocemos a qué partida presupuestaria corresponden y nos preocupa enormemente que se pretendan sacar de una dotación del ICAA que ya está por debajo de las necesidades del sector».
El final del documento apela a los grupos parlamentarios, en quienes confían para que « la tramitación de la Ley permita corregir estos errores» . «Nos preocupa que la enorme atención pública que está despertando la polémica sobre los porcentajes exigibles de lenguas autonómicas sirva para enmascarar el enorme daño que esta ley puede hacer al sector de la producción audiovisual independiente, sea esta en catalán, euskera, galego o castellano».
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