Derroche millonario y falta de ideas: el legado maldito de 'Juego de tronos'

La serie, que emitió el primero de sus 73 capítulos hace ya más de una década, se mantuvo en antena durante ocho años. Ocho entregas en las que el invierno congeló hasta a los dragones y modificó para siempre la cultura de las series. Desde que HBO (Movistar Plus+ en España) introdujo esa equilibrada alquimia de violencia, morbo y culebrón, la industria cambió su paradigma, el tabú dejó de serlo y las ficciones imitaron su narrativa, sin escatimar en la dureza que, a pesar de ser una fantasía, era tan real como la de la vida misma.

Pero aún más difícil que lograr el éxito es mantenerlo. Y 'Juego de tronos', su imaginario, corre el riesgo de morir por empacho. HBO (ahora HBO Max, dentro de poco solo Max) dio por terminada la serie con un polémico final, pero se negó a dejar escapar su gallina de los huevos de oro. Tan pronto como los secretos de la inconclusa saga de Martin vieron la luz (o no, según quien lance el cebo), se anunciaron diversas series derivadas que mantendrían fieles a los fans de los Siete Reinos durante la dispersión del escritor, incapaz de terminar su 'Vientos de invierno'.

De todos los 'spin-off' previstos por la plataforma, solo uno ha visto la luz. 'La casa del dragón' ha ampliado el espectro de seguidores de la saga literaria (basándose en lo escrito en 'Fuego y sangre'), no desvinculándose de la misma sino ahondando en el material de George R. R. Martin, brújula del éxito de la franquicia. Sin su bitácora, 'Juego de tronos' perdió el rumbo, la poca claridad narrativa engulló las tramas y los 'spin-off' fracasaron... por el camino.

A punto de estrenar su segunda temporada, 'La casa del dragón' encontró luz allá donde otras historias quizás todavía más interesantes del universo de Martin fracasaron. La explicación no es tan descabellada: había una historia que contar, porque Martin ya la había contado.

Allá donde ambas historias encontraron una salida, se hundieron otras tantas. Como 'Blood Moon', el ambicioso 'spin-off' protagonizado por Naomi Watts, que a través de una boda entre los Stark y Roca Casterly iba a desvelar varios misterios sobre los Caminantes Blancos... hasta que se dieron cuenta de que no sabían qué misterios revelar porque ni el propio Martin había escrito al respecto más de diez líneas. Terminaron cancelando la precuela, cuyo piloto costó treinta millones de dólares y del cual ha trascendido, tras la filtración de personal del equipo, alguna imagen.

«Requería mucha invención», justificó el presidente de HBO, Casey Bloys. «Era una tarea muy difícil», zanjó el propio escritor.

Lo mismo ha sucedido hace menos de una semana con la secuela sobre Jon Nieve. El propio Kit Harrington, el actor que interpretó al bastardo de los Stark en 'Juego de tronos', confirmó durante una entrevista la noticia. «De momento no hay planes al respecto. Está descartada por ahora», indicó el propio Harington a Associated Press, aunque no ha entrado en más detalles ni los motivos que han llevado a tomar esa decisión. «No había hablado del tema porque estaba en desarrollo y no quería que se filtrara nada. Tampoco quería la gente se pusiera a teorizar o ilusionar y cabrear a los fans», reconoció. Aunque no descarta volver a ella en un futuro, hasta el momento quedará en la estantería. «No hemos encontrado la historia adecuada, aquella que nos emocionara lo suficiente», aseguró.

De nuevo, suena a eufemismo de lo que parece ya un hecho: el escritor no había desarrollado ninguna historia para el personaje. Se explica así que, de momento, no haya más 'spin-off' a la vista, más allá de seguir explotando a los Targaryen, con 'La casa del dragón' –pendiente de estrenar segunda temporada– y con otra adaptación, la historia de 'El caballero errante', que narra las aventuras de Duncan el Alto y su pequeño escudero, un joven Aegon Targaryen, y que acaba de anunciar a sus protagonistas: Peter Claffey y Dexter Sol Ansell.