Crítica de 'Clickbait': para tragarse el anzuelo, el sedal e incluso la caña

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La verdad es que 'Clickbait' lo tenía todo para ser consumida recién servida: una temporada autoconclusiva de tan solo ocho capítulos, una trama intrigante y atractiva, un reparto con algunos actores y actrices reconocibles y suficiente apoyo de Netflix en su lanzamiento. Sin embargo, acabó en el baúl de los recuerdos.

Vale que quizá 'Clickbait' no es una superproducción ni entrará en el olimpo de las series, pero la verdad es que cumple lo que promete y es entretenida. Sin mayores ambiciones ni grandes aspavientos. El punto de partida de la historia es el secuestro de Nick Brewer, un padre de familia de intachable reputación y el lanzamiento online de un vídeo en el que se le ve golpeado, sangrando y sosteniendo varios carteles en los que se le acusa de maltratar e incluso matar a una mujer. Al llegar a cinco millones de reproducciones, Nick será asesinado, anuncia otro cartel. La noticia arrasa con la reputación de Nick y siembra la semilla de la duda en su mujer, hijos, hermana, madre y compañeros de trabajo. ¿Era Brewer quien parecía ser?

Como buena serie de intriga y suspense cuenta con un amplio abanico de protagonistas y secundarios de quienes sospechar, con quien encariñarnos y a quien odiar. El formato de la historia es poco habitual y funciona sensacional a la hora de entregarnos varios puntos de vista ya que cada capítulo se centra en uno de los personajes. De esta forma descubriremos la verdad a modo de puzzle, con pequeñas piezas que cada espectador irá juntando e interpretando.

El mayor acierto de 'Clickbait' sin duda es el ritmo tan alto de la historia. En lugar de caer en la tentación de estirarse en varias temporadas y ordeñar al máximo el concepto con subtramas de relleno y personajes intrascendentes, en 'Clickbait' todo es pertinente, nada sobra. Se agradecen cada vez más las series que van al grano y valoran el tiempo y la inteligencia de los espectadores. Como casi siempre, menos es más y salvo un pequeño exceso de giros sorprendentes y algunas decisiones incomprensibles por parte de ciertos personajes, la historia es satisfactoria, sólida y perfecta para una perezosa tarde de verano. Sorpresas que nos trae el cajón de sastre que suele ser la lista de reproducción de los servicios de streaming.