Carta abierta a Kichi
Cádiz ya no es la cuna de la libertad, sino la ciudad cateta y provinciana que se ha entregado al populismo de segunda mano
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Iniciar sesiónCádiz ya no es la cuna de la libertad. Alguien tenía que decirlo, aunque fuera un miarma de esos que les sirven a los carnavaleros cortitos de ingenio para derramar la mala baba sobre el vecino que tanto admira a una de las ciudades más ... hermosas del mundo y del tiempo. Cádiz ya no es la cuna de la libertad, sino la ciudad provinciana y cateta que se ha entregado al populismo de segunda mano que la gobierna y que le dicta lo que tiene que pensar, lo que tiene que sentir, lo que tiene que cantar en esas fiestas típicas podemitas que han reemplazado al carnaval.
Poetas de tercera o cuarta fila elevados a la categoría de genios mientras el alcalde ordena la retirada del busto y de la placa de Pemán. ¿Pero de qué vas, Kichi? Voy a hablarte en tu lenguaje vulgar y provocativo, a ver si así te enteras de una vez. ¿De qué vas, alcalde? ¿Dónde te han enseñado que la democracia es eliminar al enemigo? ¿Nadie te ha dicho que en las sociedades democráticas y liberales -palabra que odias más que ninguna- los que piensan de otra manera no son enemigos, sino adversarios? O complementarios, como diría mi paisano Antonio Machado, porque los buenos poetas no van a nacer todos en Cai, picha. O miarma, si así lo prefieres, porque estás de un cerrado y de un intolerante que ni un hispalense rancio te gana la partida, joé.
Mira, colega de enseñanza media en excedencia: al retirar el busto y la placa de Pemán no estás cumpliendo ninguna ley de media memoria histérica, que no histórica. Lo que estás haciendo es poner un espejo en la casa natal del escritor que defendía el uso del catalán en plena dictadura franquista. Lee ese artículo: El catalán, un vaso de agua clara. Y a lo mejor dejas de defender a los supremacistas que nos insultan y nos llaman vagos, que dan golpes de estado contra la Constitución que tú dices defender cuando no pasas ni del artículo cero. Podrás quitar el busto y la placa, pero hay algo que no puedes eliminar, aunque te lo pida el cuerpo: la obra del escritor, del dramaturgo, del poeta, del guionista de televisión. Tampoco podrás borrar el abrazo que se dieron Alberti y Pemán para cerrar la herida del pasado, esa que tanto os gusta reabrir.
Quita el busto y la placa. Y pon en su lugar un espejo. El azogue reflejará tu actitud sectaria, tus modos y maneras cortijeras aunque vivas en un partidito de la Viña, tu forma de entender la política y el mundo. A mí no me vas a engañar ni me vas a callar, por mucho que quieras. Quédate con tus copleros de guardia, con esos poetitas del régimen que se creen genios porque hilvanan ripios cursis con la aguja gastada de la demagogia. Con los poetas y los escritores que ha dado Cádiz, y que tengamos que aguantar ahora a estos sentimentaloides que se han cargado la cuna y que quieren cargarse la libertad… Está bien que alguien te lo diga a la cara, y eso es lo que he hecho. Porque me duele Pemán y porque me duele Cádiz. Lo mismo que a ti no te duelen prendas en hacer lo mismo que han hecho tus antecesores populistas a lo largo de la historia. Te mando un tequiyá con todo el cariño del mundo. Un abrazo, miarma.
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