Un milagro periodístico
Señor ministro, señores académicos, señoras y señores. En primer lugar, sumarme a las palabras que me han precedido elogiando esta feliz iniciativa de ABC. Estoy aquí en mi condición de escritora, pero sobre todo de periodista. Una periodista que ha dedicado toda su vida al ... oficio hermosísimo de contar e interpretar lo que sucede a su alrededor. Nunca he trabajado en ABC (es algo que Ángel Expósito va a remediar un día de estos), pero he sido lectora y soy habitual de ABC, y también de Blanco y Negro.
Hablaré, pues de algo que conozco: del fabuloso caudal de historias que a través de sus miles de páginas han ido conformando la Historia con mayúsculas de nuestros días y la de los días de nuestros padres y de nuestros abuelos.¡Se dice pronto!: más de cien años de historias fechadas ya, en tres siglos. El acontecer de los días en España y en el resto del mundo, el acontecer de millones de historias que han ido cobrando vida, imagen y sentido en las páginas de ABC.
Me van a permitir rendir un homenaje a todos mis colegas, a todos aquellos colegas que a final del siglo XIX, en el siglo XX y ahora en el XXI han hecho y hacen posible ABC, a todos los que están detrás haciendo posible que las páginas de ABC lleguen a todos los lectores. Como periodista no puedo sustraerme a la tentación de recordar a quienes han sido colegas míos en esta Casa, a los que han hecho posible la Historia de ABC.
Cuando uno es joven y, por decirlo así, estrena la vida, tiende a pensar que el tiempo no existe y por lo tanto que la memoria ese una facultad de rango menor; creo que el pasar de los días nos hace cambiar de idea hasta el punto de poder decir, sin exageración, que en realidad somos lo que recordamos. Y desde ese punto de vista ningún otro diario, ningún otro grupo editorial español podría realizar un proyecto como el de ABC. Por la sencilla razón de que el paso previo para poder recordar es haber vivido y escrito sobre aquello que queremos tratar.
En esa clave, ABC y Blanco y Negro han sido, a la manera como quería Stendhal, «el espejo en el que se ha reflejado el camino» y, de paso, el ineluctable discurrir de los días de uno de los siglos más trágicos y abigarrados de la Historia de la Humanidad, como fue el siglo XX.
Quien inventó aquel dicho que asegura que la veteranía es un grado, sin duda, estaba pensando en ABC.
Como periodista, y por razones que los lectores de mi próxima novela podrán comprender, me ha llenado de curiosidad, al bucear en esta Hemeroteca, poder saber que hace ya casi un siglo, Sofía Casanova, corresponsal de ABC, fue la única periodista española que fue testigo directo de la Revolución Rusa. Aquellos diez días que -según el decir de John Reed «estremecieron al mundo»-, fueron materia viva para las crónicas de Sofía Casanova en ABC. Sofía Casanova, que tiene un nombre de heroína de novela, logró entrevistar a Leon Trotsky.
También fue ABC, años después, quien publicó la primera foto de la muerte de Ramón Mercader, el sicario que a las órdenes de Stalin mató a Trotsky en su exilio mexicano.
En ABC pudieron ver nuestros abuelos la primera fotografía en color publicada por la Prensa española, y también -en 1909, con ocasión de la Guerra de Marruecos-, contemplaron la primera foto tomada desde el aire por un fotógrafo extraordinario como fue Ramón Alba.
Y termino. Hablar de los miles de millones de páginas digitalizadas de ABC y Blanco y Negro es hablar de un gran esfuerzo empresarial y de un milagro periodístico. La Hemeroteca de ABC es una herramienta imprescindible para los lectores, los historiadores, los aficionados a la Historia, los ciudadanos de a pie, los lectores habituales y los no lectores, pero a todos nos va ayudar y a recordar, porque como dije antes somos lo que recordamos. Felicitar a todos los amigos de ABC que han hecho posible este proyecto convertido ya en digital realidad, sobre todo decir que ABC ha optado por ser eternamente joven.... Lo mejor de su historia y de ABC ya lo tenemos en la Red.
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