El dóberman, la pinza y la deslegitimación de la derecha
Sánchez busca silenciar a la inmensa mayoría pacífica tras la minoría radical. Una pinza contra la alternancia
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónMatar a la oposición. Negarle la posibilidad de discrepar. Asimilar el conjunto de discrepantes al individuo más radical. Deslegitimarlos. O, utilizando palabras de Pedro Sánchez en su discurso de investidura: «Levantar un muro contra la derecha retrógada». Él es el demócrata, y los demás ultraderecha. ... El argumento es profundamente antidemocrático, porque no busca confrontar lealmente entre izquierdas y derechas. Busca deslegitimar al adversario, negar la esencia misma de la democracia, la alternancia.
Esta es la estrategia de Pedro Sánchez, que viene de lejos. Hace cuatro años, en enero de 2020, el hoy designado por tercera vez presidente del Gobierno dedicó la mayor parte de su primer discurso de investidura a criticar al expresidente Mariano Rajoy y a la derecha «neoliberal» en su conjunto. Y muchos otros adjetivos. Ese fue su primer triunfo: conseguir que la opinión pública asuma como normal que las sesiones de control al Gobierno, las de investidura o cualquier comparecencia parlamentaria son un cara a cara entre el Gobierno y la oposición. ¡No! Uno debe dar explicaciones y el otro hacer preguntas; el Parlamento no es una tertulia. Pero Meritxell Batet y Francina Armengol lo han permitido. El Gobierno no responde a nada, y aprovecha la solemnidad parlamentaria para atacar a la oposición. Las presidentas del Legislativo lo han permitido y los medios de comunicación lo replicamos renunciando a nuestra función de cuarto poder.
El pasado miércoles en la sesión de investidura, Sánchez repitió la estrategia: los primeros 45 minutos los dedicó a atacar al PP y a Vox y a asimilar a ambos y a todos sus votantes con posiciones reaccionarias. No llegó a media hora lo que dedicó a explicar su programa de Gobierno (como establece la Constitución). En su réplica a Feijóo, dedicó todo el tiempo a intentar humillarle, hasta el punto de esa indigna carcajada en la tribuna: se rió del líder de la oposición. Sánchez pasará, pero esa indignidad permanecerá.
A Sánchez le molesta que le espeten la verdad. Le molesta mucho que le recordemos que fue su partido el que le echó en 2016 porque iba a pactar con independentistas. Sánchez podrá gobernar cuatro años más, nueve en total, incluso trece. Sí, podrá. Pero lo que no podrá amnistiar es que le echaron de su propio partido. Y eso es otra indignidad que no levanta un decreto.
Pero la derecha no debe quedarse ahí, no todo es Sánchez. Decir que su Gobierno es ilegítimo o ilegal, como sostiene Vox, está fuera de lugar. Decir que es un dictador como ha dicho Ayuso está fuera de lugar. Divertirse a nivel político con la chorrada de la fruta está fuera de todo lugar. Todo eso es lo que Sánchez necesita para decir que el demócrata es él y confirmar un discurso dominante en el que deslegitima a la oposición. La realidad es que la inmensísima mayoría de los ciudadanos protesta pacíficamente. La verdad es que rodear la sede de un partido es, en sí mismo, un acto violento, también los acosos a las sedes del PP el 13 de marzo de 2004 o los Rodea el Congreso de 2012 y sucesivos. Eso sí que era violencia, y el PSOE que hoy exige respeto entonces calló.
La verdad es que la alternativa a Sánchez no la representan esos grupúsculos radicales, frikis y desorganizados, ni los que cortan la A-6 como se cortaron los accesos a Barcelona en el aniversario del 1-O. ¡No! La alternativa social es la inmensa mayoría pacífica a los que la investidura de Sánchez les produce enfado pero no les borra la sonrisa de demócratas.
Cuando Abascal salió del Congreso para ir a Ferraz y cuando sus dirigentes intentan intimidar a la Policía Vox hizo dos regalos a Sánchez: dibujar a toda la derecha como un dóberman en blanco y negro y permitir a Sánchez utilizarlos para apropiarse de la democracia. Una pinza contra la alternancia.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete