Un trabajador de «Charlie Hebdo» cuenta cómo sobrevivió a la matanza

Entonces el superviviente recordó lo sucedido aquella fatídica mañana en la redacción. Al final de la reunión matinal, un hombre con pasamontañas entró en la sala. «Tenía un arma muy grande, muy pesada, no sé qué tipo de arma sería. Y gritó: "Alá es grande". Y empezó a disparar aleatoriamente. Era el caos. Y en un momento dado lo vi, estaba de espaldas a la puerta, me volví, lo vi, y me metí bajo una mesa. Y terminó de disparar. Después hubo un largo silencio. Estaba aterrorizado y fingí estar muerto».

Aterrorizado bajo la mesa, Lauren se preguntaba qué habría sido de sus compañeros: «Comprendí que hablaba con una mujer porque dijo: "No vamos a matar a las mujeres". No me acuerdo muy bien, pero supuse que había, al menos, una superviviente y que estaba viva. Después los escuchamos irse. Y a continuación escuché de fondo unos disparos a discreción. Y durante muchos minutos me quedé inmóvil. Y, finalmente, nos levantamos y descubrimos a los otros...».

Tras el suceso, Léger ha explicado que fue corriendo hacia el teléfono para llamar a su pareja y a la policía. «Después volví y le cogí la mano a un herido. Le dije que no se moviera, era el técnico de Internet. Le dije que no se moviera que íbamos a llamar a la policía y que iban a venir a buscarle. Volví a la sala y rompía llorar. Y rápidamente llegaron las ayudas, recogieron a los heridos y ayudaron a todo el mundo. Realmente, hicieron muy bien su trabajo. Y, bueno, había sangre por todas partes... Las escaleras... Era indescriptible», explicó emocionado el periodista.

En relación a la portada de hoy, en la que Mahoma deja escapar una lágrima mientras sostiene un cartel que dice «Je sus Charlie», el periodista ha afirmado que muestra el espíritu completo de la revista. «Y, a la vez, la irreverencia y la crítica a la religión. Porque siempre nos hemos permitido pintar o caricaturizar a los religiosos, al profeta, el Papa y a los rabinos integristas, a todos los integrismos. Para nosotros, pintar al profeta está permitido en Francia. La ley lo permite. [...] Una vez más, no es la primera ni será la última, hemos caricaturizado a Mahoma. Y también es tierno porque este profeta llora, hay una pequeña lágrima, porque su nombre ha sido utilizado por terroristas que no representan para nada al Islam. Estos terroristas gritaron: "Ala es grande", aunque no tenían nada que ver con el Islam. Todo esto quiere decir todo sobre Charlie. Es, a la vez, corrosivo, gracioso, tierno, un toque de genio del dibujante».

Sin embargo, ha relatado al programa de Telecinco, ha sido muy duro sacar este número a la calle, ya que «tenían poca energía». «Espero no caer en una depresión dentro de seis meses. Después de una tragedia de este calibre, hay que intentar evitar llegar a ese punto».