Thor Heyerdahl y su «Kon-Tiki», un idilio con el Oscar

El documental que recibió el reconocimiento de Hollywood tenía unos ingredientes inmejorables para triunfar. Contaba, cámara en mano y en primera persona, la historia de cinco locos noruegos dispuestos a demostrar una teoría del modo más experimental posible: haciendo el mismo viaje que aseguraban cubrieron las culturas precolombinas para cruzar el Pacífico y colonizar las islas de Oceanía.

El equipo de Thor Heyerdhal se subió a una balsa hecha con troncos y navegó casi 7.000 kilómetros (desde Perú a un atolón de la Polinesia) durante 101 días. Todo documentado con una cámara Super-8 y decenas de metros de película que grabó los detalles de su aventura y el mar infestado de tiburones que cruzaban. El montaje del material, alumbrado tres años después, es un documento indispensable para entender las expediciones y el espíritu aventurero europeo de la primera mitad del siglo XX.

62 años después, dos directores noruegos (Joachim Rønning y Espen Sandberg) volvían a ser nominados al Oscar gracias a su reinterpretación de la historia de Heyerdhal: cogieron todo su material y recrearon, punto por punto, la travesía por el Pacífico.

El actor encargado de dar vida al aventurero fue Pål Sverre Hagen , quien contaba a ABC en la presentación de la película que «la mayoría de las cosas raras que se ven y que podrías pensar que son falsas realmente pasaron», afirmaba. En la cinta de ficción, Sverre Hagen tiene que lidiar con escualos (que llegan a pescar), con tiburones ballena y con mil y una visicitudes climatológicas. La mayoría rodado en las aguas mediterráneas de Malta, aunque con la barca que repitió la expedición original en el año 2007.

Lo que no se demostró tan realista fue la figura de uno de los compañeros de Heyerdhal en la ficción: Herman Watzinger. Su personaje aparece como alguien nervioso y dubitativo, cuando en realidad fue uno de los hombres más importantes de la expedición y la persona en la que más confiaba Heyerdhal. Su hija se quejó a los responsables de la producción y los directores pidieron públicamente disculpas, explicando que exageraron el personaje para aportar dramatismo al relato: «El problema era que el el viaje todo fue bien. No hubo peleas o conflictos. Así que hicimos eso para crear un filme entretenido».

En cualquier caso, « Kon-Tiki » fue un éxito en taquilla: se convirtió en la cinta noruega más vista de la historia y recaudó 22,8 millones de dólares en todo el mundo, además de ser nominada al Oscar a la Mejor película extranjera. Sus directores facturaron una película tan creíble que Disney se fijó en su trabajo (y en su «modesto» presupuesto de 15 millones de dólares) y les ofreció rodar «Piratas del Caribe 5». Por supuesto, aceptaron.