conservación
El vuelo de los espíritus
Las mariposas monarca, el Día de los Muertos y la esperanza que protege el Grupo Piñero con Eco-Bahía
Las mariposas monarca llegan al corazón de México entre finales de octubre y primeros de noviembre
El Día de los Muertos, mientras las familias levantan altares, encienden velas y esparcen pétalos de cempasúchil —la flor del sol— para guiar el regreso de los difuntos, pequeñas criaturas ligeras como el polvo revolotean alrededor. Su color parece nacido de la misma paleta que ... ilumina las ofrendas. El naranja ardiente de sus alas recuerda al cempasúchil; el negro que traza sus venas evoca la sombra, la muerte y el misterio; y los pequeños puntos blancos que bordean sus alas representa la pureza del espíritu, el paso entre mundos. Para la naturaleza son tonos de advertencia —una señal clara de toxicidad para los depredadores— pero para la cultura mexicana son un símbolo de trascendencia.
Las mariposas monarca (Danaus plexippus Linneo) llegan al corazón de México entre finales de octubre y primeros de noviembre desde Canadá y Estados Unidos. La ciencia lo llama migración, pero los pueblos lo llaman regreso porque las consideran un puente entre la vida y la muerte: son las almas de los difuntos que regresan para visitar a sus familiares durante el Día de los Muertos.
Generación Matusalén
Los ejemplares que llegan hasta los bosques mexicanos de oyamel son excepcionales. Conocida como la «generación Matusalén», a diferencia de sus antecesoras -que viven apenas unas semanas- estas pueden alcanzar una longevidad extraordinaria, hasta ocho meses de vida y son las únicas de resistir el largo viaje migratorio. Además, son las encargadas de completar el viaje y de iniciar el siguiente ciclo cuando el invierno termina. Ninguna ha hecho antes el recorrido, pero todas encuentran el camino. Se orientan con el sol, con el campo magnético de la Tierra y señales grabadas en su genética.
Algunas se quedan en los bosques de montaña; otras continúan hacia el sur y el oriente, buscando refugio en los climas cálidos del Caribe. Quintana Roo, en la Riviera Maya, se ha convertido en una parada inesperada de su travesía ya que la Fundación Eco-Bahía del grupo Piñero, trabaja desde hace más de quince años para protegerlas. En los jardines del hotel Bahía Príncipe Luxury Akumal, la fundación mantiene una reserva natural de más de doscientas hectáreas donde las mariposas encuentran alimento, descanso y seguridad
En los hoteles Bahía Príncipe del Grupo Piñero se realizan actividades de educación ambiental para los huéspedes
Desde 2008 impulsa el Programa de Conservación de la Mariposa Monarca y Polinizadores, en colaboración con la CONANP y otras redes internacionales. En los Jardines de Akumal siembra algodoncillo —la planta de la que se alimentan las orugas—, controla el uso de pesticidas, y crea corredores florales que permiten a las mariposas alimentarse durante su paso. Cada año, los biólogos de la fundación y decenas de voluntarios registran las poblaciones que llegan, marcan algunos ejemplares para seguir su ruta y organizan talleres educativos en escuelas locales, y los visitantes y huéspedes aprenden a reconocer la especie y a plantar flores nativas. Durante la celebración del Día de los Muertos organiza actividades simbólicas: los niños pintan alas de papel, los visitantes escriben los nombres de sus seres queridos y los atan a pequeñas mariposas que luego liberan en el aire, entre flores de cempasúchil.
Plantación de algodoncillo en los Jardines de Akumal
Eco-Bahía y turismo sostenible
Eco-Bahía trabaja para demostrar que el turismo sostenible no es un eslogan, sino una forma concreta de cuidar el entorno. Dentro del complejo Bahía Príncipe Hotel & Resort, la reserva natural es un espacio de equilibrio donde conviven manglares, cenotes, aves, reptiles y flores tropicales.
Un importante programa de conservación que intenta salvar a la mariposa monarca de un futuro incierto, ya que según el último informe del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), la población que hiberna en México ha disminuido un 59% en el último año. El cambio climático altera los patrones de viento y temperatura; los herbicidas y pesticidas eliminan el algodoncillo y la deforestación reduce sus refugios. Las cifras registradas en el monitoreo 2023-2024 representan históricamente la segunda menor superficie ocupada por las colonias de mariposas Monarca en México desde 1993, cuando se inició su monitoreo sistemático.
Hoy su color —esa mezcla de sol y sombra— se transforma en el color de la resistencia porque mientras haya flores abiertas, bosques que resistan y manos que planten algodoncillo, las mariposas seguirán regresando. Y con ellas, volverán también las almas que vuelan.
Fiesta y cena tematizada sobre el Día de los Muertos en Hotel Bahía Príncipe Grand Tulum
Guía de viaje
Seguir la ruta de la mariposa monarca es mucho más que un viaje: es una experiencia para reconectar con la naturaleza, la cultura y la memoria. Además del Día de los Muertos, el 10 de noviembre México celebra el Día Nacional de la Mariposa Monarca.
Para quienes desean vivirlo con comodidad y conciencia ambiental, la Fundación Eco-Bahía y la cadena Bahía Príncipe Hotels & Resorts ofrecen una propuesta de turismo sostenible en la Riviera Maya, donde es posible hospedarse rodeado de selva y mar, y participar en actividades de conservación y educación ambiental.
Soltour ofrece paquetes con vuelo que combinan cultura y naturaleza, con opciones de estancia en los hoteles Bahía Príncipe o Ava Resort Cancún y todo tipo de excursiones. Una oportunidad de disfrutar del Caribe con una mirada más responsable, donde cada huésped puede ser también guardián de las alas que cruzan el continente.
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