La CBI vota «Sí» a la supervisión «estricta» de la caza científica de ballenas

Treinta y cinco miembros de la CBI han votado a favor. Veinte en contra. Y cinco se han abstenido. Japón y otros países balleneros, lógicamente, han votado contra la propuesta, por lo que, según las normas del tratado, las medidas no son vinculantes para ellos. Todos, se encuentran en la ciudad costera de Portoroz (Eslovenia) con motivo de su 65ª reunión bianual, que concluye hoy.

La delegación nipona que ha acudido a la cita ha declarado a la prensa que Japón no tiene obligación de acatar la resolución adoptada por la CBI, pues hacen una interpretación distinta a la mayoría sobre el fallo del TIJ. Y, por tanto, seguirán adelante con nuevos programas de caza científica de ballenas en el océano Antártico durante los próximos años; el primero, podría comenzar en la temporada 2015-16, aunque reduciendo el número de ejemplares capturados.

Uno de los representantes de Nueva Zelanda, país que pidió a la CBI incorporar estándares más rigurosos para otorgar «permisos científicos», ha mostrado su disgusto ante el anuncio de los japoneses, y ha explicado que, al final, ha sido imposible alcanzar un consenso, pese a que gran parte de los miembros parecían decididos a acatar los fallos judiciales.

«Japón asegura que quiere avanzar en la conservación de las ballenas pero, si de verdad quiere hacerlo, no debería saltarse estas nuevas reglas de la CBI», han advertido desde el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) .