Nadal anima la batalla de Madrid

No hay torneo más abierto que el Mutua Madrid Open, especial por las circunstancias y con un palmarés magnífico. Aquí han ganado los mejores de la historia reciente y defiende la corona Roger Federer, campeón en la tierra azul de 2012.

El suizo gana en cualquier color y llega a España después de dos meses sin competir, ausente desde Indian Wells porque ahora más que nunca necesita escuchar las señales que le envía su cuerpo. Sin resultados notables en lo que va de curso, a Federer le emociona competir en un evento que se le da de maravilla, ganador también en 2006 y 2009.

«Adoro Madrid, estoy deseando volver», proclamó a los cuatro vientos el año pasado después de derrotar a Tomas Berdych en la final. Dueño de 17 grandes, su estado de forma es una incógnita, aunque de él muy poco se puede dudar.

Está el vestuario alborotado, pendiente siempre de Nadal cuando se compite en tierra batida y más después de su reciente triunfo en Barcelona. Sin embargo, son muchos los aspirantes al trofeo y desde las alturas se crece Novak Djokovic, capaz de discutir la hegemonía del balear en el Country Club de Montecarlo. El serbio, con tres títulos, manda en la carrera de campeones y también sabe lo que es ganar en el Mutua Madrid Open, precisamente ante Rafa Nadal en 2011. Es el nuevo clásico del tenis.

Nadal confirma que va por el buen camino, lanzado con 26 victorias y sólo dos derrotas en este regreso a la elite después de siete meses de lesión. Es consciente de que necesita un buen resultado en Madrid y se presenta con buena cara, feliz porque jamás soñó con una reaparición tan gloriosa.

«Siento que puedo jugar mejor, pero los resultados dicen que estoy el número dos del año, lo que quiere decir que son noticias fantásticas para mí. Eso quiere decir que estos meses de trabajo merecen la pena y por eso el regreso está siendo menos complicado», resume antes de la gran cita de esta semana. «Me hace feliz competir en Madrid, es un torneo muy especial para mí y para todos los españoles. Es uno de los más importantes del mundo y he tenido grandes experiencias ahí. El hecho de saltar a ese estadio y jugar ante todo el público es algo especial que tengo muchas ganas de volver a sentir», añade. El amor es mutuo, Madrid también ama a Nadal.

Sucede que aquí se juega sus remotas opciones de llegar a París como número cuatro del mundo, detalle a tener muy en cuenta para ahorrarse un cuadro exigente en el segundo Grand Slam de la temporada. Para ello, debería triunfar en la Caja Mágica, defender su trono en Roma y esperar que patine David Ferrer, difícil porque Ferrer es un seguro.

El alicantino llega como el primer español en la lista, un jugador eterno que cada año se supera a sí mismo. Suma dos títulos (Auckland y Buenos Aires) e hizo final en el Masters de Miami, un tenista a seguir y más en tierra batida. Por algo es el cuarto de la ATP.

El pelotón de los otros lo lidera Andy Murray, a la espera de que el escocés rompa de una vez por todas en arcilla. De sus 26 títulos, ninguno ha llegado en esta superficie y él mismo acepta que siempre le cuesta un poco adaptar su tenis a la tierra. Además, no hay que olvidarse nunca de Juan Martín del Potro y de secundarios peligrosos como Jo-Wilfried Tsonga, Tomas Berdych, Richard Gasquet o del resto de españoles, especialistas en la materia como lo es Nicolás Almagro. Todo está preparado y la Caja Mágica se pone al nivel del Mutua Madrid Open con las mejores pistas posibles. A jugar.