La Caja Mágica, un tesoro para Nadal

Nadal sigue por donde quería, impensable este inicio de año. Son seis finales de seis y cuatro de ellas con victorias, genial en Barcelona como antes lo fue en Sao Paulo, Acapulco o Indian Wells. Roland Garros sigue siendo un objetivo prioritario y antes de batallar en la Philippe Chatrier deberá hacerlo en Madrid y en Roma. «Vamos bien», repite.

La quinta raqueta del mundo estableció nuevas marcas en el Real Club de Tenis Barcelona. Con su octavo Godó, iguala el número de entorchados que tiene en Montecarlo y ya es el único tenista que ha llegado hasta el ocho en dos torneos. «Los resultados dicen que estoy el número dos del año, lo que quiere decir que son noticias fantásticas para mí. Eso quiere decir que estos meses de trabajo merecen la pena y por eso el regreso está siendo menos complicado», admite.

En Barcelona superó a Nicolás Almagro en la final, otra victoria sobre un español para alargar la racha. Ha ganado las trece finales que ha tenido ante sus compatriotas y el domingo, encima, supo entender las condiciones de una pista complicada por culpa de la lluvia. «Los resultados son mejores de lo que podría soñar, significa mucho ganar un torneo difícil como Godó y victorias como ésta son más emocionantes que otras tras lo que he pasado. Vuelvo a jugar a un nivel alto».

En Madrid se enfrentará a los mejores del circuito. Es un Masters 1.000, un torneo grande de verdad que tiene el sí de los reyes de la ATP. En la Caja Mágica negocia los 655 metros de altura de la capital y está encantado de repetir torneo en tierras españolas, feliz cuando compite ante su gente. Desde el jueves estará probando las nuevas pistas, que han mejorado muchísimo sus prestaciones, y se espera que se estrene el miércoles 8 de mayo. Si se lleva el título, sumará 910 puntos.