Así funcionan los nuevos radares de Stop y líneas continuas de la DGT y esta es la multa para los conductores que no paren

Sin embargo, hay otros muchos aspectos de la conducción a los que también presta la atención la DGT, no solo la velocidad, ya que existen multitud de factores e infracciones que pueden desencadenar accidentes. Dos de ellos son los hechos de no respetar la señal de Stop o una línea continua, las cuales son «acciones que suponen un elevado riesgo y con efectos potencialmente peligrosos», según Jorge Ordás, subdirector de Gestión de la Movilidad y Tecnología de la DGT. Para estos casos, la revista de este organismo publicó un reportaje a finales de junio en el que se expuso la prueba de un sistema automático para la vigilancia de cruces regulados por estas señales.

El eje principal de estas nuevas medidas no es otro que una cámara de vídeo, conocidas popularmente como los nuevos radares de Stop y líneas continuas. Estas cámaras se colocan en puntos cercanos a estas zonas y son calibradas, con el objetivo de detectar la detención total de vehículo o si sobrepasa o no una línea continua.

En situaciones ante señales de Stop, la cámara graba permanentemente al vehículo y envía al Centro de Tratamiento de Denuncias Automáticas la grabación de aquellos que no respeten el Stop. Con esta prueba, se tramitaría el pertinente expediente de sanción al conductor. Según explica la DGT, con este 'radar de Stop' espera acabar con los casi 1.100 accidentes con víctimas que se producen cada año por este motivo. Y es que, según el informe de 2021 -el último con estadísticas cerradas y publicadas- 1.093 conductores de entre los implicados en accidentes con víctimas no había respetado un Stop. Con lo cual, esta infracción se sitúa entre las más habituales en España, por detrás del exceso de velocidad, de no mantener la distancia de seguridad, de no respetar otra regulación de prioridad y de invadir parcialmente el sentido contrario. Si la prueba de estas cámaras es exitosa, la DGT extenderá este sistema a cruces más peligrosos con una señal de Stop.

Por otra parte, está la nueva vigilancia automática de las líneas discontinuas. La DGT ha decidido probar estos dispositivos para vigilar que los conductores respeten estas marcas, una infracción también muy habitual que provoca multitud de colisiones laterales, a la hora de incorporarse un vehículo a otro carril. En este caso, la vigilancia consiste en dos cámaras. Una está colocada al inicio del carril de incorporación, para poder leer la matrícula del vehículo. La otra está situada más adelante, en el carril al que buscan incorporarse. El sistema combina la información grabada por las dos cámara y, al comparar las matrículas, se sancionará al vehículo que, tras circular por el carril de incorporación, se sitúa en la vía principal antes de haber terminado la línea continua. En cuanto a las estadísticas sobre estas situaciones, la DGT señala que en 2021 se produjeron 217 muertes por choques laterales, una de las consecuencias más frecuentes en las vías con varios carriles.

Si los radares de Stop y líneas continuas captan la infracción para la que han sido colocados, los conductores se exponen a unas multas determinadas. En ambas situaciones, el Centro de Tratamiento de Denuncias Automatizadas es el encargado de tramitar la sanción económica y la retirada de puntos del carnet, si es que procede.

Ambas sanciones tienen cabida si uno de estos dispositivos capta un vehículo que no respeta una señal de Stop, recogida la obligación de detenerse ante la misma en el artículo 151 del Reglamento General de Circulación. Según establece, todo conductor tiene la obligación «de detener su vehículo ante la próxima línea de detención o, si no existe, inmediatamente antes de la intersección, y ceder el paso en ella a los vehículos que circulen por la vía a la que se aproxime». En caso de infracción, el conductor se expone a una multa de 200 euros y la pérdida de 4 puntos.

En cuanto al hecho de no respetar las líneas continuas, esta infracción viene recogida en el artículo 167 del Reglamento General de Circulación. En el mismo, se señala que «una marca longitudinal consistente en una línea continua sobre la calzada significa que ningún conductor con su vehículo o animal debe atravesarla ni circular con su vehículo sobre ella ni, cuando la marca separe los dos sentidos de circulación, circular por la izquierda de aquélla». Esta infracción conlleva también una sanción de 200 euros, pero sin detracción de puntos.