Valhalla: el superdeportivo híbrido definitivo con motor central de Aston Martin

El Valhalla estrena también un nuevo lenguaje de diseño. Un supercar de prestaciones extremas expresado con formas y proporciones renovadas, que lleva el sello inconfundible de Aston Martin de líneas impecables e intactas y las combina con una innovadora aerodinámica activa capaz de proporcionar una alta carga. La estrecha colaboración con Aston Martin Performance Technologies (AMPT) -la división de consultoría del Aston Martin Aramco Fórmula 1 Team- en materia de dinámica, aerodinámica y materiales ha aportado una dimensión extra de conocimientos y habilidades al diseño y desarrollo del Valhalla. Esta contribución vital ha ayudado a Aston Martin a superar los límites de la ingeniería y el rendimiento para ofrecer un coche que brilla en la carretera y se crece sobre la pista.

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El Valhalla cuenta con el mejor sistema de propulsión híbrido de su clase, con 1.079 CV y 1.100 Nm de par, que se compone de un motor V8 biturbo de 4.0 litros y 828 CV y tres motores eléctricos (dos de los cuales accionan el eje delantero), que aportan 251 CV adicionales. El motor de combustión interna (ICE) genera 207 CV/litro, la mayor potencia específica de cualquier Aston Martin. Una transmisión DCT de 8 velocidades completamente nueva envía la potencia al eje trasero, proporcionando tiempos de cambio en fracciones de segundo y un carácter emocionante. Sus prestaciones incluyen una aceleración de 0 a 100 km/h en 2,5 segundos y una velocidad máxima de 350 km/h limitada electrónicamente.

La aerodinámica activa del revolucionario Aston Martin Valkyrie genera más de 600 kg de carga aerodinámica. Esta cifra se alcanza a 240 km/h y se mantiene hasta la velocidad máxima de 350 km/h del Valhalla utilizando la aerodinámica activa para reducir gradualmente el ángulo de ataque de los alerones delantero y trasero. De este modo se «libera» el exceso de carga aerodinámica a medida que aumenta la velocidad, manteniendo así el equilibrio aerodinámico constante a lo largo de una amplia gama de prestaciones para ofrecer la máxima confianza al conductor.

El sofisticado sistema electrónico de Control Integrado de la Dinámica del Vehículo (IVC: Integrated Vehicle Dynamics Control) supervisa la suspensión, los frenos, la dirección, la aerodinámica activa y los sistemas de propulsión para lograr un rendimiento y una conexión con el conductor óptimos en cualquier situación. Trabajando en armonía con los cuatro modos de conducción seleccionables, el IVC modela continuamente el carácter dinámico del Valhalla monitorizando el comportamiento del vehículo y las demandas del conductor. Mediante una calibración precisa, este sistema inmensamente complejo y sofisticado ofrece una experiencia de conducción orgánica y natural. Una experiencia que, sin esfuerzo y a la perfección, mejora su rendimiento para alcanzar nuevas cotas de prestaciones y de conexión con el conductor.

Al arrancar, el Valhalla selecciona el modo Sport por defecto. El conductor puede seleccionar manualmente los modos Pure EV, Sport+ y Race como modos de conducción alternativos. Cada modo tiene su propia combinación de ajustes para el sistema de propulsión (incluido el Torque Vectoring y la integración del sistema híbrido), además de la rigidez de la suspensión, la aerodinámica activa y la calibración de la dirección para obtener caracteres de conducción distintos. En el modo EV la propulsión procede únicamente de los motores del eje delantero, con una autonomía de 14 km y una velocidad máxima limitada a 140 km/h.

Con los cuatro modos de conducción definidos, los conductores pueden seleccionar el modo elegido mediante el mando giratorio de la consola central, que es de tipo táctil, para una máxima interacción entre el conductor y la máquina. Cada modo de conducción está calibrado para ofrecer una experiencia distinta y diferenciada. En el modo EV el arranque es silencioso, y es el modo en el que imaginamos que los clientes iniciarán y finalizarán su trayecto. A medida que la batería agota su estado de carga, el Valhalla cambia automáticamente de EV a Sport. El modo Sport activa el motor V8 Twin-Turbo de 4.0 litros y el Valhalla funciona como un supercar híbrido, combinando el par instantáneo del eje delantero electrificado con la estimulante potencia del V8. Con el modo Sport+, el Valhalla alcanza su máximo nivel de emoción dinámica en carretera. El modo Race, enfocado a los circuitos, ofrece el máximo rendimiento y pone en juego la aerodinámica activa.

En los modos EV, Sport y Sport+, el alerón trasero activo permanece plegado para mantener la elegante silueta del Valhalla. En el modo Race, el T-Wing trasero se eleva 255 mm mediante potentes cilindros hidráulicos para maximizar la carga aerodinámica. Este sistema trabaja en conjunto con un alerón trasero activo y un alerón delantero activo oculto, ubicado justo por delante del eje delantero. Este último, una innovación técnica clave, emplea un único mecanismo para gestionar el flujo de aire a través de múltiples superficies, minimizando la resistencia aerodinámica en su posición predeterminada.

Al seleccionar el modo Race el alerón delantero adopta su configuración de máxima carga aerodinámica, ofreciendo una gama completa de movimientos, incluida una función DRS automatizada que se activa según las necesidades del vehículo. Durante el frenado, el alerón trasero se despliega como un freno aerodinámico, trabajando en armonía con el alerón delantero activo para equilibrar la presión y garantizar una estabilidad óptima, además de un rendimiento de frenado excepcional.

Para Simon Newton, Director of Vehicle Performance de Aston Martin, el desarrollo del Valhalla ha sido una experiencia única y gratificante: «El equipo de ingeniería y dinámica de vehículos se enfrentó al desafío de trabajar por primera con vez la inmensa potencia del sistema híbrido del Valhalla, combinando aerodinámica activa con sistemas de control dinámico integrados. Con 1.079 CV y 1.100 Nm de par, sus extraordinarias prestaciones están garantizadas. Sin embargo, el verdadero reto ha sido llevar la velocidad, la precisión y la emoción en pista a un nivel superior, manteniendo al mismo tiempo las cualidades de un supercar disfrutable y emocional en la conducción en carretera. Este rango dinámico sin precedentes es lo que sitúa al Valhalla por encima de sus rivales».

El sistema de propulsión híbrido del Valhalla combina un nuevo motor V8 biturbo de 4.0 litros y 828 CV con tres motores eléctricos que aportan 251 CV adicionales; dos motores eléctricos están montados en el eje delantero y un tercer motor eléctrico está integrado en la nueva transmisión DCT de 8 velocidades, que se encarga de la propulsión específica al eje trasero.

El trío de motores eléctricos está alimentado por un avanzado sistema de batería de alto rendimiento (HPB: High-Performance Battery) diseñado específicamente para su uso en un tren motriz PHEV centrado en el rendimiento. Con un sistema de refrigeración dieléctrica ultraeficaz, la batería combina la capacidad de desplegar su estado de carga para satisfacer demandas de potencia frecuentes y sucesivas con una rápida absorción de energía y una alta densidad de potencia. Esto significa que, en una conducción dinámica, se puede aprovechar inmediatamente todo el rendimiento, mientras que la recuperación es intensa al decelerar.

El sistema de refrigeración de la batería HPB hace circular un fluido refrigerante de alta tecnología no conductor de la electricidad por todo el pack de baterías, garantizando que cada una de sus 560 celdas individuales se mantenga a la temperatura óptima para asegurar la entrega constante del máximo rendimiento.

El eje delantero está accionado por dos innovadores motores eléctricos de imanes permanentes y flujo radial interior diseñados exclusivamente para el Valhalla, cada uno de los cuales genera 18,1 CV/kg. Cuando se selecciona el modo EV, el Valhalla se impulsa únicamente a través del eje delantero. De forma exclusiva, estos motores eléctricos delanteros están integrados en una unidad de propulsión eléctrica delantera P4 fabricada a medida para permitir la vectorización del par en este eje. Para extraer todo el par y la potencia posibles, y lograr unos requisitos de espacio excepcionalmente compactos, la unidad P4 emplea imanes de neodimio, hierro y boro de alta resistencia dentro de un rotor asimétrico. Con la ayuda de una estrategia de refrigeración de nuevo desarrollo, los motores eléctricos cuentan con refrigeración activa del estator y del aceite del rotor para reducir las temperaturas y mantener constantemente el máximo rendimiento en los escenarios de conducción más exigentes.

El eje trasero es accionado por el motor V8, con la contribución adicional del tercer motor eléctrico integrado en la transmisión DCT. A diferencia del V8 que se encuentra en los modelos Vantage, DB12 y DBX707 de Aston Martin, el nuevo motor del Valhalla emplea un sistema de lubricación por cárter seco para garantizar un suministro de aceite adecuado incluso bajo altas fuerzas laterales en circuito. Otra diferencia significativa es el cigüeñal plano, en el que las muñequillas están alineadas con un desplazamiento de 180 grados.

El encendido del V8 de cigüeñal plano alterna entre cada bancada de cilindros, eliminando los problemas de gases residuales presentes en los motores V8 de cigüeñal cruzado. La combustión más uniforme en todos los cilindros permite una utilización óptima del rendimiento del motor y ofrece una respuesta más precisa.

Los nuevos árboles de levas y los nuevos colectores de escape mejoran aún más el intercambio de gases. Los pistones se han diseñado para alcanzar mayores presiones máximas, al tiempo que se ha optimizado su peso. Los dos turbocompresores twin-scroll están montados sobre cojinetes de rodillos, lo que mejora aún más su respuesta. En este caso se utiliza una turbina del compresor más grande, lo que permite a los turbos suministrar un aumento de casi el 20% de aire por hora en comparación con el motor V8 de cigüeñal cruzado más potente de Aston Martin, que equipa el DBX707.

No hay conexión física entre los ejes delantero y trasero. En su lugar, los dos ejes están continuamente monitorizados y gestionados por los sistemas IVC e Integrated Power Brake de última generación del Valhalla. La vectorización del par en el eje delantero y el diferencial electrónico de deslizamiento limitado (E-diff) del eje trasero controlan la transmisión a las cuatro ruedas en función de las demandas dinámicas para conseguir una combinación perfecta de tracción, estabilidad y agilidad de conducción, con una mayor precisión de la dirección y un equilibrio de conducción neutro.

Completando el sistema de propulsión se encuentra una transmisión DCT de 8 velocidades totalmente nueva. Diseñada y fabricada para Aston Martin, esta nueva caja de cambios con accionamiento a través de levas en el volante se ha desarrollado específicamente para la era híbrida y cuenta con un motor eléctrico integrado. El motor eléctrico se utiliza para arrancar el motor V8 biturbo de 4.0 litros, cargar las baterías de alto voltaje y proporcionar par adicional para ayudar al motor de combustión. También ayuda en la sincronización de las marchas, lo que permite a los ingenieros de Aston Martin ajustar el carácter de la transmisión y conseguir las mejores velocidades de cambio de marchas de su clase. Cuando se selecciona el modo EV el Valhalla toma la tracción exclusivamente del eje delantero. No hay marcha atrás como tal en la caja de cambios: del movimiento del vehículo marcha atrás se encargan los motores eléctricos del eje delantero en todos los modos de conducción.

El Valhalla también emplea una combinación de funciones inteligentes Torque-Fill, E-Boost y Loadshift para extraer el máximo rendimiento y eficiencia de su sistema de propulsión híbrido, al tiempo que ofrece la mejor experiencia de conducción posible en toda la gama de modos de conducción del Valhalla.

El corazón del chasis del Valhalla es una estructura de fibra de carbono hecha a medida para conseguir la máxima rigidez con la mínima penalización de peso, ya que la sección inferior sólo pesa 74,2 kg.

Diseñada y fabricada por AMPT, que aplica su experiencia altamente especializada en F1 y sus capacidades técnicas más allá de la cumbre del automovilismo, el chasis del Valhalla es el producto de una tecnología de compuestos de vanguardia. El monocasco de carbono que constituye el núcleo del Valhalla contribuye a lograr un peso en vacío de 1.655 kg, con una relación peso/potencia de 652 CV por cada 1.000 kg.