Baterías en estado sólido y conducción autónoma: los firmes objetivos de Nissan

La intención está clara, y Nissan no va a invertir en investigación para nuevos modelos de combustión. Quieren tener una gama de modelos completamente electrificada, bien mediante el sistema e-Power, o bien mediante modernas baterías que tengan más autonomía y ocupen menos espacio.

El sistema e-POWER está formado por una batería de alto rendimiento y por la motorización integrada en el motor de gasolina, el generador eléctrico, el inversor y un motor eléctrico.

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En los sistemas híbridos convencionales, las ruedas se impulsan mediante un motor eléctrico y un motor de gasolina. Sin embargo, en el sistema e-POWER, el motor de gasolina no está conectado a las ruedas; simplemente carga la batería. Y a diferencia de un vehículo totalmente eléctrico, la fuente de alimentación es el motor de combustión y no solo la batería.

Pero la mayor innovación viene de la mano de las baterías en estado sólido, en las cuales trabajan ya de forma muy avanzada en el Centro Tecnológico de Japón, con la intención de poder comercializarlas en sus vehículos a partir de 2028. Su producción tendrá lugar en la planta de Yokohama en 2024, con materiales, diseño y procesos de fabricación que podrían suponer una «revolución» en el coche eléctrico.

Se espera que las baterías en estado sólido aceleren la popularidad de los vehículos eléctricos. Tienen una densidad de energía de aproximadamente el doble de las baterías de ion-litio convencionales, un tiempo de carga significativamente menor, y menores precios gracias a la posibilidad de usar materiales más accesibles. En este tipo de baterías se elimina la actual separación entre cátodo y ánodo, con lo que el tamaño de las celdas es sensiblemente inferior.

La batería de estado sólido es una evolución de la batería de ión-litio, que está formada por multitud de celdas. Su interior está lleno de pilas compuestas por un cátodo y un ánodo que están en un electrolito líquido. El problema de este tipo de baterías es que, tras cientos de cargas y descargas, van perdiendo sus propiedades y al final, con el paso de los años, el coche eléctrico reduce notablemente su autonomía hasta recorrer pocos kilómetros con una sola recarga. Esto ocurre porque el electrolito líquido se va solidificando con el paso del tiempo y esto puede llevar a que una batería se sobrecaliente y, en casos extremos, hasta que explote o arda.

Para solucionar esta limitación de la batería de ión-litio líquido se está desarrollando la batería de estado sólido, formada también por unas celdas en cuyo interior hay ánodos y cátodos, sólo que esta vez el electrolito es sólido (cristal de sodio). Esto permite evitar la formación de dendritas, que son las causantes de que las baterías pierdan sus prestaciones.

Además de mostrarnos los primeros prototipos de estas baterías, Nissan tiene en mente evolucionar en conducción autónoma. En Japón ya es una realidad el sistema proPILOT 2, que hemos tenido oportunidad de probar por las calles de Tokio a bordo del Nissan Ariya.

ProPILOT Assist 2.0 ofrece conducción a manos libres cuando conduces en un solo carril y cambios manuales guiados cuando cambias de carril. es un sistema práctico de asistencia para el conductor que combina las tecnologías de Control de crucero inteligente de Nissan y la Asistencia de dirección, e incluye una función de frenar y arrancar que puede detener por completo el vehículo, retenerlo en su lugar y puede volver a acelerar cuando el tráfico comienza a moverse de nuevo. Para ello recurre tanto a las cámaras como al sistema Lidar.

ProPILOT Assist con Navi-link se sincroniza con el sistema de navegación, proporcionando información adicional para predecir mejor la ruta adelante. Las nuevas funciones incluyen el Ajuste de velocidad por ruta, que puede ayudar a reducir la velocidad en curvas ajustadas y en rampas de salida, y el Asistente de límite de velocidad, que brinda a los conductores la opción de ajustar rápidamente la velocidad definida según el límite de velocidad correspondiente.

Si bien es cierto que las congestionadas calles de Tokio (y circulando por la izquierda) no son el escenario más apropiado para probarlo, una vez en autopista hemos podido verificar cómo, combinado el proPILOT con el e-pedal, nuestro coche acelera y frena de forma autónoma evitando colisionar y manteniendo la distancia con el vehículo que nos precede. Tan pronto como la carretera y la situación del tráfico son propicias, el coche avisa de la disponibilidad del sistema de guiado automático, por lo que también es posible circular a la velocidad seleccionada sin necesidad de tocar el volante para mantenerse entre las líneas de nuestro carril. si además ponemos el intermitente, el coche es capaz de adelantar en condiciones óptimas de seguridad.

Con un sensor de radar en la parte delantera del vehículo, puede mantener una separación con el auto de adelante según la distancia predefinida. La cámara delantera ubicada cerca de la parte superior del parabrisas ayuda a mantener los vehículos centrados durante la conducción en un carril, incluso en curvas leves.

Después de que se acopla ProPILOT Assist y cuando se detectan los marcadores de carriles, los iconos de volante y línea de carril en ProPILOT Assist en el tablero pasan de gris a verde y el Asistente de dirección proporcionará pequeñas entradas de dirección para ayudar al conductor a mantenerse cerca del centro del carril.

El conductor puede desacoplar o simplemente anular el sistema en cualquier momento y, si el sistema no detecta una mano en el volante, ProPILOT Assist proporcionará una serie de alertas visuales y sonoras. Si el conductor no pone una mano sobre el volante, el sistema pulsa los frenos para llamar su atención. Finalmente, si se ignoran todas las indicaciones, el sistema aplica los frenos suavemente, disminuye la velocidad dentro del carril, apaga las luces de emergencia y se para totalmente.