¿Qué rompemos si nos equivocamos al repostar?

El problema ya está causado: hemos llenado con cierta cantidad el depósito del coche con un combustible que no es el adecuado o es de mala calidad, como la adulteración que han descubierto recientemente las autoridades en el gasóleo A. ¿Tiene que cundir el pánico? ¿Qué hago? ¿Qué puede pasar?

e. cano

23/06/2014
Actualizado a las 05:47h.

Vamos a repostar, cogemos la manguera mientras preparamos el dinero, nos fijamos en desconectar el motor y todo lo demás, quizá vamos con prisas… Y sucede algo que nos estremece: hemos echado lo que no debíamos . Tallerator.es ha analizado el problema y sus ... consecuencias.

Si nos damos cuenta al momento de la equivocación y no hemos arrancado, lo primero es llamar a la grúa del seguro para que en un taller extraigan el combustible del depósito, sin mayor problema para el coche. Esto evitará costosas reparaciones .

También sucede lo que recoge una noticia de actualidad: la Guardia Civil ha desarticulado una red de de adulteración del gasóleo B y C con aditivos para venderse como gasóleo A de turismos . ¿Cuáles son las consecuencias de la estafa? Según el vehículo y la cantidad de ocasiones repostadas con ese carburante, un funcionamiento incorrecto del motor, ocasionando averías en elementos como la bomba inyectora, los inyectores, el propio motor y, desde luego, el filtro de combustible.

No obstante, se sabe que empresas y particulares autorizados a la compra de estos combustibles, sobre todo de gasóleo B, que lo utilizan para sus vehículos y los de empresa. Una práctica ilegal que, se comenta, se hace «de toda la vida». Se detecta cuando, al desmontar el filtro de combustible, se observa un color rojo provocado por el colorante del combustible erróneo.

Consecuencias del error

Si erramos de combustible al repostar advertiremos el problema cuando el vehículo de síntomas de mal funcionamiento al poco de reanudar la marcha al salir de la gasolinera. En este caso, ya podemos ir haciéndonos la idea de reparaciones costosas, en función del combustible puesto equivocadamente y de la cantidad.

Hoy en día, equivocarse de combustible es más difícil que hace unos años, pues para evitarlo se diferenció el grosor de la boca del depósito en el coche y el de la manguera dispensadora: el de la gasolina es menos grueso y para el gasóleo es mayor. Aún así, poner gasoil a un vehículo de gasolina sería casi imposible, pero repostar gasolina a un diésel sigue siendo una equivocación posible. Mnción aparte merecen los vehículos más antiguos, donde la confusión es más factible.

Si ponemos gasoil a un motor de gasolina y circulamos con él, al poco de iniciar la marcha, según la cantidad echada, el vehículo mostrará signos de mal funcionamiento mecánico: dará tirones, echará humo blanco y, finalmente, el motor se detendrá.

¿Qué se rompe?

Para su reparación, el taller tendrá que proceder al vaciado del depósito y a la limpieza, en varias ocasiones, de los conductos, tubos y piezas por donde ha circulado gasoil. Se hace con un producto específico o utilizando una máquina profesional y el producto de limpieza. También hay que cambiar el filtro de combustible y las bujías. En ocasiones se producen daños mayores sobre inyectores, bomba inyectora, bomba de combustible, catalizador o algún elemento del motor.

Cuando el error es por echar gasolina en un diésel, de nuevo las consecuencias dependerán de la cantidad puesta. Como síntomas, un mal funcionamiento del motor, ruidos extraños y parada final de éste. Para solucionarlo habrá que realizar acciones como el vaciado del depósito, limpiezas sucesivas y cambio del filtro de combustible, revisión de inyectores, de la bomba inyectora y de combustible y, en el caso de estar en mal estado alguna de las piezas mencionadas, sustituirla.

Si fuese un empleado de la gasolinera el culpable del error en el repostaje, sería la estación de servicio la que se haría responsable de la reparación del coche.