BMW i3, eléctrico de lujo

Con un diseño cuando menos curioso y unos procesos de producción realmente innovadores, llega el primer eléctrico puro de la hélice, el i3. Aunque lo parezca, no es un estudio de diseño o tecnología: cuesta 35.500 euros antes de aplicar ayudas gubernamentales y existen dos versiones de autonomía.

12/08/2013
Actualizado 13/08/2013 a las 19:18h.

Con una presentación simultánea en 3 de las capitales más cosmopolitas del mundo, Londres, Nueva York y Shanghái, BMW ha mostrado al mundo uno de esos coches que pueden llegar a marcar época. Porque, además de ser eléctrico puro o eléctrico de autonomía extendida (hay ... 2 opciones), el nuevo i3 aporta soluciones no vistas hasta ahora en coches de producción en serie .

En la preocupación por el medio ambiente, todos los constructores buscan consumos cada vez más comedido s sin menoscabo de la seguridad o el placer de conducción. Además, la fabricación también ha de suponer un esfuerzo por crear automóviles con los medios más modernos, eficaces y medio ambientalmente saludables. Y eso han buscado en BMW con el nuevo i3.

Evidentemente el peso es uno de los factores que más influyen en el gasto y su reducción uno de los mayores quebraderos de cabeza. El nuevo i3, como ocurrirá con el inminente deportivo i8 , lo resuelve haciendo, por primera vez en la historia de vehículos en serie, un uso intensivo de la fibra de carbono en lugar del acero tradicional, material caro y complicado de trabajar en grandes series pero un 50 por ciento más ligero con la misma resistencia .

Pero no sólo debía ser ligero y gracias a la electricidad medio ambientalmente respetuoso. También aceptable con su entorno, de modo que la nueva planta de fabricación de la gama i en Leipzig (Alemania), además de reducidrel uso de energía un 50 por ciento consume un 70 por ciento menos de agua y está alimentada únicamente por la energía generada por los molinos de viento instalados en su interior.

En la producción del i3 el uso de materiales reciclados y reciclables al término de su vida es constante y profuso. Por ejemplo, llama la atención al sentarse tras el volante un salpicadero con elementos de madera o la piel de la tapicería, tratada con un tinte obtenido de aceitunas una vez éstas se desechan.

Al volante

Aún no hemos podido circular con i3, pero sí sentarnos en él y tocarlo; las sensaciones son dispares . El diseño exterior llama la atención porque, siendo BMW y contando con el frontal típico de la marca, es más alto, estrecho y largo de lo que aparenta. No es que sea feo, pero costará asimilarlo, aunque por dimensiones el acceso es cómodo. No tanto a las plazas traseras : no hay pilar central o B y las puertas abren muchos grados (las posteriores en sentido inverso a la marcha), pero para acomodarse ahí hay que abrir primero la hoja delantera y que el conductor se quite el cinturón de seguridad (viene desde la trasera e impide el acceso). Al volante la impresión es de libertad: hay pocos elementos que «ensucien» la mirada y muchos se manejan desde una pantalla o desde un smartphone.

En BMW saben que el principal inconveniente de la impulsión eléctrica es la autonomía y por eso han creado una segunda opción i3 con un pequeño motor de gasolina y un depósito de 10 litros para duplicarla. Así, la versión eléctrica autoriza 150 km sin comprometer, mientras que la segunda alternativa alcanza los 300 para acometer viajes. Y todo con 170 CV bajo el pie derecho y tracción trasera , según BMW casi con el mismo placer de conducción que en el resto de sus modelos.

El BMW i3 está a la venta con precios no tan disparatados como podía preverse: 35.500 euros para el eléctrico puro y 39.990 euros para el de autonomía extendida, tarifas antes de ayudas (hasta 5.500 euros). Y la marca ha previsto una financiación muy interesante .