Las familias afectadas por el derrumbe de Tetuán buscan a contrarreloj un techo

La dueña del edificio ha devuelto la fianza a los afectados , mientras que ha condonado la deuda a aquellos inquilinos que no estaban al corriente de pago. La estancia a partir de ahora correrá a cargo de la propietaria del inmueble, pero solo hasta el 31 de agosto y no con régimen de pensión completa, como venía siendo hasta ahora. Se les proporcionará, hasta el lunes de la semana que viene, «camas y el desayuno» , tal como relataba ayer un vecino de la comunidad a este diario.

La incertidumbre se ha apoderado de los residentes del inmueble ya que, de momento, pocos son los que han logrado encontrar un lugar donde empezar una nueva vida y tendrán que buscarse otra vivienda antes de que finalice el mes. Aunque tan solo queden seis días, el Ayuntamiento garantizó que «nadie se va a quedar en la calle» y que se están buscando soluciones personalizadas para cada familia.

Todas las familias afectadas por el derrumbe en Tetuán trabajan o reciben la Renta Mínima de Inserción , según fuentes municipales, por lo que, en principio, no deberían tener problemas para encontrar una nueva vivienda donde alojarse. Y, en el caso de que los tuvieran, siempre « estarán respaldados por el Ayuntamiento» .

La noche del domingo hubo una reunión en la que se prometió a los que no han encontrado aún nuevo techo que la Administración municipal seguirá costeando la estancia en hotel. En el encuentro uno de los inquilinos comentó que necesitaba pagar tres meses de fianza para poder instalarse en su nuevo hogar. Ante esto, desde el Consistorio explicaron que ofrecerían cuanta ayuda les fuera posible para poder afrontar los gastos.

El Ayuntamiento se ha hecho cargo por completo desde un primer momento de los «realquilados» –personas que vivían alquiladas por los inquilinos sin que la propietaria mediase. Estos continuarán en el hotel hasta el 31 de agosto y su coste seguirá siendo asumido por las arcas municipales. Los efectivos del Samur Social están atendiendo individualmente cada caso para encontrar las mejores soluciones adaptadas a su situación.

Alan, un residente del 1ºB que se dedica a la hostelería, ya lleva días tratando de «buscarse la vida». A los pocos días del siniestro se incorporó en el trabajo aunque admitió que, con la situación que está viviendo, «no puede acudir todo lo que debería». Confesó a ABC que la incertidumbre que están viviendo «es insoportable».

El pasado viernes terminaron las labores de demolición parcial del inmueble, y se dio a conocer el informe en el que se determinaba la causa del colapso: la fatiga de los materiales del edificio.