Elena Rivera: «No me siento encasillada como Karina»

«Noto que he madurado antes de lo que madura otra gente de mi edad. Me he espabilado por motivos como tener que venir a vivir a Madrid yo sola y también el trabajar desde que eres pequeña con gente adulta, eso te hace ser más responsable», afirma Rivera, a quien se le nota un dominio tranquilo tanto de la responsabilidad como de la exposición mediática. Y eso que a ella no le gusta la palabra «famoso» y explica que admira a Meryl Streep no por ser conocida sino por su talento: «Me gustaría ver una película con ella, sobre todo para que me explique cómo hace para que con una sola mirada te ponga los pelos de punta».

Su vida se reparte entre las mañanas que tiene rodaje de «Cuéntame», las que no tiene rodaje y puede ir a la facultad (estudia Magisterio Infantil) y las tardes en el teatro. Un espacio, las tablas, que le ha atrapado: «Hay algo mágico, indescriptible. Sientes muchas cosas con el público». Claro que tampoco tiene queja de sus compañeros de reparto: «Me arropan muchísimo. Sobre todo Luisa porque a Alicia ya la conocía y sabía que iba a estar muy a gusto. Con Luisa, a parte de que es como la madraza de la compañía, en la obra me está ayudando un montón en muchos truquillos para ir descubriendo cosas nuevas, detalles, intenciones de una frase...».

Con palabras así recoge Elena Rivera su trayectoria y el momento que vive actualmente. Sin perder nunca la sonrisa y expectante, como casi todos los seguidores de la familia Alcántara, de cómo evolucionará la relación entre Carlos y Karina: «Estoy un poco sin saber qué pasa entre estos dos. Ahora son super amigos, siguen teniendo un poco esa chispa especial, pero no sé por qué no fue más sincera Karina». Cada vez más asentada en la profesión, explica que no poder vivir toda su vida de la interpretación sería «como una espinita ahí clavada». Si sigue teniendo las cosas así de claras, esa espina no exisitirá. Y más en una actriz sin miedo a nada, ni siquiera a encasillarse: «No he notado nunca el encasillamiento ya que he podido hacer otras cosas. No me siento encasillada como Karina».