La suerte se esconde entre 160 millones de décimos

El 77% de los españoles juega en la Lotería de Navidad . Eso significa que prácticamente todo mayor de edad de este país llevará, al menos, un décimo en la cartera hasta la mañana del 22 de diciembre . Más de uno, en realidad, si atendemos a que la media es que cada persona juega 50 euros.

En total 100.000 bolas entrarán en el gran bombo al que toda España se encomienda. Junto a él, otro cesto, este más pequeño, con 15.304 bolas que tienen impresos cada uno de los premios que se repartirán durante las tres horas y media que dura el sorteo.

Aunque todo el mundo juega por el premio máximo –esos 400.000 euros al décimo o 4 millones de euros a la serie son el gran aliciente– lo cierto es que «acertar el Gordo es 2.072 veces más difícil que hacerlo con la ruleta ». Esto es: la probabilidad de acertar es 1 dividido por 99.999. Un reto nada fácil.

El lema oficioso del 22 de diciembre por la tarde –ese «mientras nos quede la salud...»– es casi una letanía que se reza incluso aunque haya tocado la pedrea. Y es que la Lotería de Navidad reparte numerosos reintegros (aunque no tantos la lotería del Niño ). En total se entregan 15.285 premios de menos de 100 euros al décimo. Un consuelo para aquellos que al menos recuperan lo invertido.

Detrás de los premios, las decepciones y las alegrías quedan unas cifras de récord. Este año se pondrán en juego 160 series para cada uno de los 100.000 números (del 00000 al 99.999); cada serie consta de 100.000 billetes y cada billete de diez décimos (la décima parte). El precio de toda esta emisión de billetes es de 3.200 millones de euros, de los cuales el 70% se destinan a premios: en total se repartirán 2.240 millones de euros.

Aquellos que quieran comprar un número completo (que los hay: empresas o peñas para hacer papeletas) deberán desembolsar 32.000 euros. Eso sí, si aciertan el Gordo de Navidad les reportaría 640 millones de euros. Unas cifras de récord que se ven incluso en la pequeña pantalla. Cada año un 50% de la audiencia sintoniza Televisión Española para seguir en directo el sorteo. Una tradición que se mantiene frente a las cadenas privadas y que hizo que en 2013 hubiera 3.065.000 de personas a primera hora de la mañana del 22 de septiembre . La fe mueve montañas, la fortuna congrega frente al televisor.