Lotería de Navidad 2012: Cuando el Gordo sí valía para retirarse
El primer premio de la lotería de Navidad equivalía hace medio siglo a 500 años de salario medio. Conforme han pasado los años, la cuantía relativa se ha visto reducida
JUAN ANTONIO PÉREZ GARCÍA
La noche del 21 de diciembre todos los españoles sueñan lo mismo: «Ojalá mañana me toque el Gordo». Al día siguiente, los pocos que ven cumplido ese deseo casi siempre declaran lo mismo: «El premio me vendrá muy bien para tapar agujeros». ¿Y para hacerte ... millonario y no tener que trabajar nunca más? Eso ya es más difícil.
En la actualidad, los 400.000 euros que reparte el Gordo de la Lotería de Navidad por cada décimo no hacen a una persona rica, o al menos no tanto como para no necesitar trabajar más durante el resto de su vida. De hecho, incluso hoy en día otros juegos como la Primitiva o el Euromillón dan mucho más dinero a los acertantes.
Sin embargo, durante buena parte del siglo pasado, el Sorteo de Navidad sí que volvía millonarios a los que tenían la fortuna de poseer un décimo con el primer premio. Basta hacer un análisis de la cuantía del Gordo en relación al salario medio anual de la época.
Así, por ejemplo, en 1909 el primer premio de la Lotería navideña estaba dotado con 600.000 pesetas (unos 3.600 euros). Esta cantidad suponía entonces una cifra abultadísima para la mayoría de los españoles, ya que por su trabajo percibían al año entre 700 y 800 pesetas (entre 4 y 5 euros).
En 1942 daba 1,5 millones y el salario era de 3.000 ptas.
Varias décadas más tarde, en plena posguerra, el Gordo también significaba tener la vida resuelta. En 1942, los agraciados con el premio máximo recibían un millón y medio de pesetas , cuando el salario medio anual no pasaba de las 3.000. Es decir, que para la mayoría de los españoles el Gordo les daba de golpe lo que habrían tardado 500 años en ganar desde su puesto de trabajo.
25 años después, en 1967, que te tocara el primer premio en la Lotería todavía podía servir para despedirte del jefe hasta siempre. En una época en la que comprar un piso en alguno de los barrios más caros de Madrid podía costar entre 200.000 y 500.000 pesetas, el Gordo repartía por cada décimo premiado hasta siete millones y medio.
Con el paso de los años, la cuantía del premio principal se ha ido incrementando. Sin embargo, el salario medio en España también lo ha hecho, y en mayores proporciones. Por eso, la Lotería de Navidad ya no hace a los españoles tan millonarios como para retirarse. Aunque sí muy felices. Por fin ha llegado la noche mágica: «Ojalá, mañana me toque el Gordo».
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