El poeta, profesor y traductor toledano Hilario Barrero (1948) envía desde la ciudad de los rascacielos un nuevo texto que acompaña a una imagen de Nueva York, donde reside desde 1978
Nuestro poeta en Nueva York (XII): Foto borrosaH. BARRERO
La que está al lado de Federico García Lorca es María Antonia Rivas, una millonaria mexicana. Al lado de ésta, una bailarina hindú y de pie, un pianista de Hawái. «No podéis ver mi dormitorio -escribe FGL en una carta a su familia, en noviembre ... de 1929-, pero no está lejos». Llegó a la Universidad de Columbia en junio. El campus, a finales de curso, es un río de cuerpos que con el torso herido estudian en el césped luminoso, y dejó Nueva York en marzo del año siguiente con destino a Cuba. Sonríe, Federico, no te muevas. Aunque se queda inmóvil, la imagen sale turbia. Se distingue una mano clarísima y helada que se posa con fuerza en otra mano en fuego. La lente invierte la foto de Manhattan y Harlem se amotina en la cámara oscura de la noche. Ahora ha vuelto Federico junto a esta primavera tardía que no se deja fotografiar ni en Manhattan, ni en Harlem ni en Brooklyn. Dicen que ha vuelto para quedarse. Texto y Foto: Hilario Barrero
(El texto en negrita pertenece al poema de Hilario Barrerro «FGL en Columbia University», de su «Libro de Familia»)
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete