opinión
Literatura y enseñanza
Una de mis grandes pasiones es la literatura. Tanto leer como escribir. He publicado sobre todo poesía, pero también me he atrevido con los demás géneros literarios: el de la novela y, más recientemente, el del teatro
santiago sastre
Una de mis grandes pasiones es la literatura. Tanto leer como escribir. He publicado sobre todo poesía, pero también me he atrevido con los demás géneros literarios: el de la novela y, más recientemente, el del teatro (que se publicará en breve). Esta pasión es ... fruto de una siembra que debo sobre todo a los profesores y también a algunos amigos que tuve cuando estudié el Bachillerato. Por eso creo que conviene animar a los profesores para que hagan un esfuerzo por inculcar en los chavales la aventura que supone leer y, si se potencia y se coge el gusto, incluso dar el paso de escribir.
Digo esto porque siempre me ha dado rabia que se pretenda animar a los alumnos con lecturas que forman parte de la historia de la literatura, sí, pero que no son precisamente adecuadas para suscitar la devoción por la actividad lectora. Son muy importantes el Mío Cid o el Libro del Buen amor o los poemas de Góngora, eso es indudable, pero con ellos no podemos sembrar el amor por la lectura a los jóvenes, sino quizá todo lo contrario. Cuando estudiaba me daba mucha rabia que se acabara la asignatura de literatura en la Generación del 27, es decir, cuando llegábamos a la modernidad y el asunto se empezaba a poner interesante. La literatura no sólo vive de su historia, sino también de los libros recientes, que se editan ahora.
Mi opinión es que se deben hacer lecturas parciales (a modo de catas) de los clásicos, pero alternadas con libros actuales que por su argumento logren atrapar a los estudiantes. Incluso diría más: hay estupendos escritores en Toledo (con publicaciones excelentes) que, sin embargo, pasan desapercibidos y no estaría mal recomendar sus libros. A ello se añade la ventaja de que los chicos podrían incluso ver reflejada su ciudad y comentar personalmente con ellos su visión de los libros. Y falta un añadido más: ¿por qué no leer poesía? Creo que hay que fomentar más el gusto no sólo por leer poesía sino también por escribirla. Pongo un ejemplo: la vocación de la poetisa María Luisa Mora se fraguó, como ella ha confesado, gracias a un profesor de literatura que ponía como tarea escribir poemas (incluso con métrica y con rima).
Creo que fomentar el gusto por la lectura en los estudiantes es fundamental. Pero para eso debemos hacer esta actividad apetitosa con libros que les ayuden a engancharse. Está en juego nada menos que conocer una herramienta que les va a proporcionar una buena dosis de felicidad a lo largo de su vida, además, obviamente, de mejorar su ortografía y su vocabulario. El mundo de la literatura es una alfombra voladora que te permite soñar o vivir en situaciones o ciudades emocionantes. De eso se trata.
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