En Sanfermines, Pamplona, ciudad con ley
En contra de la imagen que se tiene, durante los Sanfermines existe una amplia normativa para ordenar las fiestas
En Sanfermines, Pamplona, ciudad con ley
Cuando hablas con un foráneo acerca de los Sanfermines , prácticamente lo primero que dice hace alusión a las barbaridades que muestran algunos medios de comunicación, los borrachos, los jóvenes lanzándose desde la fuente de Navarrería…
Sin embargo, esta imagen dista mucho de la realidad. Durante las fiestas de San Fermín, Pamplona es una ciudad perfectamente ordenada por una amplia normativa que se añade a la habitual del resto del año .
Para empezar, casi 3500 agentes entre Policía Municipal, Policía Foral y Policía Nacional velarán por la seguridad en toda la ciudad y muy especialmente en el centro de Pamplona, corazón de la fiesta. Pero más allá de los policías, también son muchos los ciudadanos que colaboran en lograr unas fiestas mejores. Todos hemos podido ver cómo en los encierros los propios mozos reprochan y sacan del recorrido a aquellos que cometen imprudencias que ponen en peligro la seguridad del resto de los corredores.
Horarios
Si bien es cierto que los bares y establecimientos ven ampliados sus horarios de apertura respecto al resto del año. No podrán permanecer abiertos más tarde de las seis de la mañana (hasta las siete en el caso de discotecas y salas de fiesta) y deberán estar cerrados, al menos, tres horas para proceder a su limpieza.
También se regula la venta de bebida y alimentos en establecimientos especialmente abiertos para las fiestas de San Fermín. Por primera vez, a partir del pasado 1 de julio no se conceden más licencias express ya que no da tiempo a proceder a la revisión del establecimiento y no garantizaba las condiciones higiénicas del mismo.
Los puestos de venta fijos donde se pueden adquirir indumentaria sanferminera, complementos, música, etc tienen su espacio delimitado en el parque de la Taconera . Fuera de este espacio tan sólo se han concedido siete licencias más para productos típicos de las fiestas y otras siete para la venta ambulante de globos.
A los puestos de venta, que tendrán unas dimensiones máximas de 4 x 2,5 metros, se prohíbe la venta de todo tipo de alimentos, tabaco, bebidas, punteros láser, animales y megafonía con sirena. Tampoco se podrán realizar tatuajes ni colocar pendientes, anillos o amuletos si para ello es necesario raspar o perforar cualquier parte del cuerpo. No se podrán cocinar alimentos en los puestos o en sus inmediaciones y quedará prohibida la utilización de grupos electrógenos.
Limpieza
Durante la fiesta se han reforzado los medios de limpieza en la ciudad, teniendo en cuenta, además, que este año los Sanfermines se desarrollan durante dos fines de semana. Además, para facilitar la colaboración ciudadana, se han colocado unas 1.000 papeleras de color rojo con una capacidad de 120 litros cada una, se ha realizado una limpieza especial y de aparcamientos provisionales, de abastecimientos y desagües del recinto ferial, de la antigua estación de autobuses, de los dados de sujección del vallado del encierro o del quiosco de la plaza del Castillo, entre otros lugares.
Asimismo se ha procedido al vallado de los jardines de la Taconera y Sarasate, al repaso de ramas secas en zonas de aglomeración de gente como Bosquecillo, Plaza de Toros o plaza de la Cruz o el cierre en uno días de espacios para impedir la entrada de vehículos.
Tráfico
Para reducir el caos de tráfico que se solía dar otros años, cuando se podía aparcar en las medianas y prácticamente se convertían en unas campamentos más, este año, por primera vez, todo lo que de normal es zona azul, es decir, toda la ciudad excepto algunos barrios periféricos, se han convertido en zona naranja , lo que permite aparcar durante un máximo de 24 horas. Ya no se podrá aparcar en las medianas.
Además, el casco antiguo de la ciudad está restringido al tráfico de los vecinos y de los vehículos de carga y descarga.
La normativa municipal sanferminera también abarca otros aspectos relacionados con la seguridad en fachadas, balcones y similares como, por ejemplo, la prohibición de instalar estructuras o montaje de elementos en inmuebles con las vistas a actos de masiva concurrencia pública por el riesgo y molestias que suponen para terceros, salvo autorización expresa y singular.
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