El reparto de sueldos retrata a las Mareas

Enfilando la meta y cuando parecían establecidas unas reglas del juego en el que primaba el criterio de la proporcionalidad en cuanto a la participación de la oposición en juntas, comisiones, mesas de contratación, empresas públicas... al equipo de Xulio Ferreiro se le atragantó el capítulo de las retribuciones , donde al establecer la misma fórmula ya no le sale a cuenta.

Su propuesta pasa por aplicar el mismo reparto del mandato anterior, pero se olvida de que no gobierna en mayoría y que, pese a lograr el bastón de mando municipal, la Marea fue la segunda fuerza en número de votos en las pasadas elecciones por detrás del PP. El escenario en su caso es otro y la hoja de ruta perfilada en la negociación contempla una mayor participación de la oposición en el Gobierno, lo implica mayores recursos.

En su propuesta, el PP recoge que en todos los órganos de gobierno, retribuciones y asignaciones se respete el principio de reparto proporcional según el resultado electoral, con posibilidad de primar y reforzar a la Marea por su condición de Gobierno.

En su aplicación más estricta, supondría repartir las 13,5 dedicaciones exclusivas a razón de 5 para la Marea, otras tantas para el PP, 3 para el PSOE y media para el BNG, frente a las nueve que reclama el Ejecutivo coruñés junto a 18 de los 21 asesores. En cuanto a las retribuciones el tope está fijado en 40.000 euros para el alcalde y 35.000 para cada dedicación.

Con 10 de los 25 ediles de la corporación, el alcalde Martiño Noriega quería amarrar el 67 por ciento de las dedicaciones exclusivas, dejando el 33 restante para repartir entre la oposición. Argumenta que el porcentaje, basado en la «proporcionalidad y en el análisis de los anteriores mandatos», es muy superior al 18 por ciento que reservaban los gobiernos bipartito (2007) y del PP (2011).

Un reparto que en la práctica supone nueve dedicaciones exclusivas para Compostela Aberta (la del alcalde y 8 más), dos para el PP (con 9 ediles), una y media para el PSdeG (4 concejales) y una para el BNG (2). En cifras supone unos 800.000 euros para el gobierno y unos 360.000 para la oposición. El salario del alcalde queda establecido en 51.000 euros brutos.

La oposición reprocha a Noriega falta de diálogo y transparencia y censura que el Gobierno local no sometiera a votación la fijación del número de representantes en los «entes instrumentales» y la de personal eventual.

Un «primer examen suspenso» para Compostela Aberta, tal y como remarca Agustín Hernández desde el PP , para quien el reparto no es proporcional ni para la oposición ni para el gobierno, extremo que justifica en «la falta de experiencia» de los componentes del Ejecutivo. Por su parte, Rubén Cela (BNG) afea el incumplimiento de «recuperar atribuciones para el pleno» y Paco Reyes (PSdeG) la ausencia de consenso».

El gobierno ferrolano aumenta en una las dedicaciones exclusivas del anterior mandato, tras la reducción de nueve a seis aplicada por José Manuel Rey Varela (PP) a su llegada al Consistorio en 2011. De este modo, a la que se reserva el alcalde, Jorge Suárez, se suman las tres que corresponden a Ferrol en Común y otras tantas del PSdeG , con una remuneración de 34.343 euros brutos al año por edil, mientras que el alcalde cobrará 40.000. De este modo, los 11 concejales que integran el equipo de gobierno (6 de FeC y 5 del PSOE) se reparten el 63,6 por ciento de las dedicaciones exclusivas y reservan solo tres para la formación popular (con 11 ediles) y una para el BNG (con 2).