Así son las ciudades que propugnan las Mareas

Al igual que en Santiago, donde fueron segundos. Compostela Aberta, Marea Atlántica y Ferrol en Común accederán en los próximos días al poder previo acuerdo con las formaciones de izquierda. Y lo harán entre acusaciones de populismo y con una idea renovada de cómo debe ser la gestión de la administración local, en la misma línea que grandes capitales como Madrid o Barcelona, donde se han dado situaciones similares.

Los programas de tres concellos muy diferentes entre sí tienen muchos puntos de coincidencia en asuntos que se antojan más propios de administraciones superiores como la autonómica. Su mensaje de transparencia y participación parece haber calado entre el electorado gallego. A continuación, repasamos las propuestas de sus tres programas, las ideas que los vertebran y otras medidas más llamativas.

Poco más de 70 páginas integran el programa electoral con el que la formación Compostela Aberta, abanderada por Martiño Noriega, se convirtió en la fuerza más votada de la capital gallega en los pasados comicios electorales , acaparando un 34,5 por ciento de los votos de los santiagueses. Bajo la premisa de crear un «concello aberto» para las personas, el mapa de ruta diseñado por Noriega y su equipo dibuja una ciudad «integradora, amigable, solidaria y saludable». Entre sus retos más inmediatos está el fomento de la peatonalización de las calles a través de aparcamientos subterráneos o disuasorios. También apuestan por el uso de la bicicleta como medio de transporte.

Potenciar el comercio local limitando la construcción de nuevas superficies o incentivar el alquiler de bajos comerciales en la zona antigua penalizando con tasas los locales vacíos son algunos de los puntales en los que Compostela Aberta confía a la hora de activar el tejido empresarial y económico de la ciudad. Además, promoverán la creación de huertos urbanos y periurbanos y estudiarán la apertura de una granja escuela «para que los niños de Compostela se acerquen al mundo rural». Al margen de estas medidas de corte ecologista, el programa de Compostela Aberta aborda la cuestión lingüística como uno de sus puntos fuertes y llama a convertir la ciudad en un ejemplo de lusofonía. Las referencias a la lengua portuguesa —que trufan el plan de Noriega para la capital de Galicia— se plasman en medidas como la de «presionar en todos los lugares para hacer realidad la recepción de las televisiones de Portugal en Galicia» o en la de crear un canal de televisión local que emita dibujos animados en gallego con una cuota obligada de dibujos en portugués «para habituar el oído de los más pequeños al sonido de otras variantes de nuestra lengua».

Un carnet para perros

En su defensa del idioma gallego, los de Noriega establecen que se priorice el uso del gallego a nivel municipal y «como obligación institucional». Sin embargo, unos puntos más adelante abogan por estudiar posibilidades legales que permitan la entrega de documentación en el ayuntamiento «en la lengua del país vecino». Con el reto de convertir a Santiago en un concello laico, la formación CA anulará las normas de participación de ediles, concejalías y funcionariado público en los actos religiosos.

El planning de Noriega para los próximos 4 años también contempla la expedición de un «carné de buen vecino» para los perros de la ciudad o la creación de una universidad popular en la que cualquier persona pueda ser docente. Sobre el desempleo, apuesta por la inclusión laboral de los grupos vulnerables. Ni una referencia al aeropuerto de la ciudad o al futuro de la vieja terminal.

La Marea Atlántica que gobernará La Coruña con el visto bueno de los socialistas desgrana su idea de ciudad en 99 medidas que ven de aplicación para idéntico porcentaje de la población. Muchas tienen que ver con la administración pura y dura y otras tantas con asuntos que pueden rebasar las funciones que un concello tiene encomendadas. Algunas de suma relevancia para sus colegas compostelanos, como el uso (o la casi imposición) del gallego, apenas aparecen reseñadas en el programa con el que Xulio Ferreiro será alcalde en breve.

Ni Picasso ni Alvedro

Entre tantas propuestas es lógico que sobresalgan algunas variopintas o, al menos, curiosas. En el caso coruñés, los plenos en María Pita pasarán a celebrarse por la tarde y no en horario matinal como hasta ahora «como medida de estímulo y asistencia», «la promoción de vegetación en techos y fachadas, terrazas, balcones y patios» o «hacer de La Coruña una ciudad tolerante con el nudismo, poniendo señalización y habilitando playas o zonas de playa concretas específicamente nudistas». A lo que, por el contrario, no hay mención, es a seguir con el impulso a la marca Picasso o la promoción de las fiestas de San Juan que tanto esfuerzo han representado para el actual equipo de gobierno, ni tampoco a la política que se seguirá en una cuestión crucial y motivo de debate con Vigo y Santiago como es la coordinación aeroportuaria.

Además de reducir a la mitad el coste de la corporación municipal o promover presupuestos participativos, Ferreiro quiere una descentralización administrativa para que los barrios cuenten con juntas de distrito que asuman de manera más directa asuntos propios. Anticipa la limitación de los mandatos a ocho años y mecanismos para expulsar a los concejales de su formación si incumplen su programa electoral o si son imputados.

Resistencia frente al hotel

En temas de urbanismo, además de trabajar contra los desahucios y promover la vivienda protegida, avanza la creación de una residencia pública de estudiantes en el hoy hotel NH Atlántico situado en los Jardines de Méndez Núñez y cuya concesión caduca este año.

Se impedirá la construcción de nuevos volúmenes en el entorno de la Torre de Hércules, cuya preservación ve en peligro. Se protegerá el Parque de Bens impidiendo la construcción en él del Museo del Automóvil y se incrementará un 50 por ciento la cuota del IBI a las viviendas vacías propiedad del FROB y de entidades financieras. También se persigue recuperar la antigua cárcel y modificar la ordenación del sistema general portuario. Uno de los proyectos estrella de Carlos Negreira, la «Smart City», será auditado y sus fines, revisados.

Huertas urbanas, medidas para reducir la cantidad de basura en los hogares, la declaración de la franja costera como Monumento Natural, la no cesión del Coliseo para espectáculos taurinos, reordenación de las rutas de autobús urbano, la posible «remunicipalización» de servicios como la ORA, la creación de una Renta Social Municipal de entre 400 y 720 euros por familia, rebajar la tasa del agua, combatir la pobreza energética, la creación de un Observatorio de Violencia de Género, apertura de centros educativos fuera del horario escolar, incentivar los mercados, los pequeños comercios y las cooperativas, «fomentar la soberanía alimentaria del concello y las afueras» o abrir una residencia para artistas . Entre la centena, muchas son aspiraciones fuera del alcance de un ayuntamiento. Otras, como reforzar el festival de cómic «Viñetas del Atlántico» parecen mucho más factibles.

Con diferencia, el más corto de los programas de las tres candidaturas rupturistas de las ciudades coruñesas es el de Ferrol en Común, con el afiliado a Izquierda Unida Jorge Suárez a la cabeza. La primera de sus medidas es la puesta en marcha de un «plan de choque inmediato contra la emergencia social» que se basa en los ejes de empleo, servicios sociales y vivienda. En el primero de ellos abogan por la «remunicipalización» de servicios y el fomento del cooperativismo o el alquiler a bajo coste de parcelas de propiedad pública. En la línea de otros programas próximos a Podemos, proponen la creación de una renta básica municipal y denuncian el número de viviendas vacías en la ciudad fruto de un «crecimiento desmesurado», por lo que proponen alquileres sociales y prohibir los desahucios. Además, plantean expropiar viviendas en estado ruinoso para rehabitarlas y destinarlas a usos sociales.

La cultura es uno de los puntos a los que más espacio dedica el programa de Ferrol en Común, donde se señala que la «ambición» de la formación es «trasladar el mundo de la creación a la calle», para lo que insta a la ciudadanía a participar activamente. Además, propone becar a los artistas y artesanos.

Sin noticias de Navantia

Pese a que los miembros de Izquierda Unida son habituales de las manifestaciones del sector naval y críticos con la «ausencia de política» del actual ejecutivo popular de Rey Varela, el programa de Ferrol en Común tan sólo nombra a Navantia para anunciar que el transporte metropolitano parará en el interior de las instalaciones de los astilleros ferrolanos.