Manuel Martínez cedería en la Diputación de Lugo si el alcalde de Vimianzo dimite

En todo caso, su inclusión permite mantener abierta la puerta a una hipotética moción de censura, aunque como aclaró el propio diputado a este diario «no he tenido ningún contacto con la dirección gallega y mi postura sigue siendo la misma que la del día 24» . Martínez, que no quiso dejar dudas sobre su afiliación, aclaró: «Yo soyy socialista, pero no soy aparato». Además, y en referencia a los vaivenes provocados por su nominación a la presidencia, manifestó: «Yo no puedo resolverles dudas metodológicas, porque en realidad no sé qué pasó en la noche del 23 al 24 de junio ». Añadió que e su nombre fue «ratificado por todoss los órganos del partido» y equiparó su nominación por parte de sus compañeros «a un proceso de primarias».

Tal y como hizo el pasado día 25 en su comparecencia ante los medios, volvió a cuestionar «los límites impuestos por el BNG» y se atrevió a decir que «si dimiten el alcalde de Vimianzo y los concejales imputados nacionalistas yo también me voy» , pero rechazó que los frentistas sean quienes determinen los candidatos socialistas. En todo caso, se mostró optimista porque «actué como debía actuar» y recordó que no había recibido ninguna notificación del expediente disciplinario abierto contra él por la dirección de su partido. En este sentido, evitó entrar en polémica con la secretaria de Organización de su partido, Pilar Cancela , y en referencia a la causa esgrimida para la apertura de su expediente especificó: «Alegaré lo que tenga que alegar cuando me comuniquen la apertura del expediente disciplinario».

La «pugna» de Manuel Martínez contra la dirección se limita al hecho concreto de su nominación como candidato. De manera insistente, y en su conversación con ABC, quiso dejar claro que no está «en peleas internas» , no cuestiona el liderazgo de José Ramón Gómez Besteiro y sigue siendo su candidato a la Xunta.

La jugada «inesperada» del diputado se ha convertido en la mayor tormenta de los últimos meses en el seno del PSdeG-PSOE. Además de la consecuencia inmediata y visible de perder el control de la Diputación Provincial de Lugo, si persiste en su actitud y el partido no le reconoce el derecho a encabezar «el gobierno de progreso» en Lugo, los socialistas pueden perder el control de la Federación Galega de Municipios y Provincias.

La dirección socialista está poniendo todo su empeño en reconducir la situación y, desde el estallido de la crisis, las críticas han decrecido. De hecho, fuentes consultadas por este diario aseguran que «el partido se está replegando y la jugada de Martínez ha sido maestra» . Miembros del sector crítico contra Besteiro sostienen que «con esta jugada el partido en Lugo se le ha ido de las manos y la salida se presenta complicada».

Sin embargo, la actitud de la dirección es mantener la calma. En sus comparecencias públicas la número dos socialista, Pilar Cancela, trata de normalizar las decisiones tomadas y evita polemizar con el diputado. Cada vez que tiene oportunidad insiste en el «compromiso en años de militancia de Martínez» y en la «confianza» en su integridad.

En todo caso, al margen de los intentos normalizadores tras los sucesos de Lugo, los contactos entre dirigentes y barones del PSdeG se multiplican y las lecturas sobre la actuación de la dirección dan lugar a interpretaciones variadas. La prueba de fuego para Gómez Besteiro será el próximo día 18 de julio cuando se celebre un Comité Nacional en el que dará cuenta de los resultados de las municipales ante sus compañeros de partido.