Podemos invalida los resultados en Ferrol, pero no aclara las irregularidades

El comunicado que el partido de Pablo Iglesias ha remitido este martes a los medios no concreta nada más acerca de esas anomalías. Tan sólo añade que, esas inscripciones irregulares —detectadas el pasado 30 de diciembre—, no concuerdan «con los patrones de seguridad implementados por nuestro equipo de informáticos». Sin más aclaración, la dirección de Podemos decide así invalidar el proceso —tanto de elección de líder local como de consejo ciudadano— y repetirlo «en un plazo no inferior a seis meses». Esto es, siempre después de las elecciones municipales de mayo.

Esta resolución traumática, tomada porque esas inscripciones «han podido alterar significativamente el resultado de la votación» —reza el escrito—, implica que Ferrol sigue siendo el único municipio de toda España sin líder local ni consejo ciudadano. En todo caso, a esta historia llena de «opacidad» aún le quedan algunos capítulos.

Uno de los candidatos a secretario, Carlos del Río, de la lista de Xuntos Podemos, insistía el domingo a ABC que no permitiría una invalidación del proceso al considerar su candidatura como la ganadora. «Había un grupo de Madrid que avalaba a la otra candidatura y que pensaba que iba a ganar. Pero creo que los resultados le rompieron los esquemas», señalaba entonces.

Ahora, él y su equipo dedicarán los próximos días a «mirar y cotejar» el informe elaborado por la dirección de Podemos con los datos recabados por ellos mismos durante estos 18 días de incertidumbre. De hecho, contra la resolución emitida por la comisión electoral del partido de Iglesias cabe posibilidad de recurso ante la comisión de garantías. Del Río asegura tener «pruebas» de «incidencias muy graves». «Es un bombazo y puede pasar una factura muy cara al partido», adelantaba el pasado fin de semana a este medio sin concretar nada más. Y es que, por ahora, los dos candidatos con más papeletas de ser vencedores —el propio Del Río y el aspirante de Claro que Podremos, Alberto Vila— prefieren callar.