El juez Taín cierra la instrucción del caso Asunta

Desde que en septiembre de 2013 se localizó el cuerpo de la niña en una pista forestal del ayuntamiento coruñés de Teo, cercana a la finca familiar propiedad de la madre, muchas han sido las especulaciones que han rodeado al caso con dos posibles culpables. Los padres de la menor , Rosario Porto y Alfonso Basterra se enfrentan, tras la petición de apertura de juicio oral, al cargo de asesinato con agravante de alevosía y parentesco.

En un auto hecho público este jueves, el juez da así por concluida la instrucción del caso y deniega por «abusivas, dilatorias, innecesarias o que ya han sido realizadas» las nuevas pruebas solicitadas por las defensas de los imputados. Lo hace tal y como se había comprometido antes de cambiar su plaza en el Juzgado compostelano por su nuevo destino, en el Penal número 2 de La Coruña, evitando así a su sustituta (Margarita Guillén) un caso complejo.

De este modo, «toda vez que no existe ninguna prueba pendiente que pueda considerarse imprescindible para decidir sobre la procedencia de la apertura del juicio oral», Vázquez Taín da cinco días a las partes para que «insten lo que consideren oportuno respecto a la apertura del proceso, formulando escrito de conclusiones provisionales».

En cuanto a las pruebas solicitadas por las defensas, el juez razona que «no procede, por estar informado ya en la causa —folio 3.831 de las actuaciones— reiterar los informes correspondientes a los tipos de archivos (texto, vídeos, audio e imágenes) localizados en los diferentes dispositivos de los padres . Asimismo, hace constar que «no ha sido posible determinar si el disco duro contenido en la muestra analizada ha sido alterado o sustituido».

Respecto a las fotografías, señala que nadie ha afirmado que no se correspondan «con momentos anteriores o posteriores a una actuación», y emplaza al imputado a aclarar cualquier extremo durante el juicio si lo estima pertinente.

Vázquez Taín muestra su sorpresa por al solicitud del contenido de una memoria y una agenda personal de Asunta, en la que los investigadores «no encontraron nada de interés». Desconcertado por este interés ocho meses después de haber sido intervenidos ambos dispositivos, rechaza que su inclusión en el caso suponga «la violación de la intimidad de la menor».

En el escrito, recuerda que se aportó a la causa «un DVD con el listado de los cientos de teléfonos que conectaron con los repetidores que cubren la zona Feros-Teo». Y ante la sospecha de que se pretenda saber la identidad de los titulares, que nada tienen que ver con «el exacrable crimen», considera la petición «claramente extemporánea» y de la que solo puede desprenderse un objetivo dilatorio.

En la misma línea, refiere que la declaración de los tres testigos está incorporada desde el pasado mes de septiembre al sumario, por lo que hacer cualquier tipo de aclaración ahora es «abusivo» y deja claros los motivos que esconde esta solicitud una vez finalizada la instrucción. Recuerda a la defensa que «la reconstrucción ha de ser de los hechos investigados, no de testimonios».

Con relación a las testificales, rechaza las de los técnicos de toxicología, para insistir en que «estamos en una causa con presos, en la que la agilidad y diligencia ha de imperar por encima de todo», «lo contrario —dice— carecería de sentido».

A su juicio, «existen indicios que han sido analizados y enumerados hasta la saciedad y que indican fundadamente que el imputado Alfonso Basterra, participó activamente en la adquisición reiterada y prolongada en el tiempo de Loracepán, que suministró a la asesinada Asunta Yong Fang ». También, «que presuntamente participó en la inmovilización con cuerdas y asfixia mecánica de la menor», e «intentó confundir a los investigadores indicando que la niña había permanecido en casa, cuando en realidad él la llevó al vehículo conducido por Rosario Porto».

De este modo, Vázquez Taín concluye que, «toda vez que no existe ninguna prueba pendiente que pueda considerarse imprescindibles para decidir sobre la procedencia de la apertura del juicio oral», da por terminada la instrucción.