Los tres expresidentes de la Xunta llegan a la residencia de Monte Pío

Gerardo Fernández Albor, presidente de la Xunta entre 1981 y 1987; Fernando González Laxe, que presidiera Galicia desde 1987 y hasta 1990; Emilio Pérez Touriño, jefe del Ejecutivo bipartito que gobernó la Comunidad tras los años de mandato de Manuel Fraga y hasta la llegada de Alberto Núñez Feijóo , actual titular de la presidencia regional, impulsor de una inédita reunión que trata de recabar la «sabiduría» acumulada por los convocados , celebran hoy su primer encuentro ejecutivo.

Con el propósito de que no sea una ocasión aislada, los cuatro expresidentes vivos de la autonomía gallega se sientan hoy en torno a una mesa con dos puntos de partida: Administración y territorio. No hay agenda inicial ni orden del día para un encuentro que la tragedia del Alvia primero, y la resolución del «tax lease» después, obligaron a posponer.

Los tres expresidentes y el actual director de la Xunta acuden con propósitos encontrados. Núñez Feijóo ya ha adelantado que se trata de un encuentro de trabajo, en el que las aportaciones serán tenidas muy en cuenta por la actual Administración . Los expresidentes socialistas, por su parte, han mostrado a priori un entusiasmo más comedido, y aseguran que acuden a la cita «a escuchar».

El objetivo de una reunión a la que no tendrán acceso los medios «porque se trata de un encuentro de trabajo y no de una simple foto» y que continuará con un almuerzo privado, pasa por que los expresidentes aporten sus conocimientos y experiencia en beneficio de la actual gestión y de las difíciles circunstancias por las que pasan España y Galicia.

«Conocimiento acumulado»

«La mejora de la competitividad económica de Galicia» y del «bienestar de los gallegos» , son para Alberto Núnez Feijóo objetivos a abordar en un encuentro que pretende aprovechar el «conocimiento acumulado» de sus antecesores en el cargo. El actual presidente del Ejecutivo gallego ya tuvo ocasion de reconocer el trabajo de cuantos le precedieron, otorgándoles la Medalla de Galicia en una de sus primeras decisiones al asumir el cargo. En esta ocasión, la mesa de trabajo no se limitará a un importante reconocimiento personal e institucional, sino que se honra intelectualmente a quienes tuvieron en sus manos las riendas de Galicia . La unanimidad sobre la oportunidad de la cita y el deseo de que surjan de ella importantes aportaciones, auguran que se trate del inicio de un modo regular de trabajo.