Lores y Louro repiten propósitos
Al bipartito de Pontevedra comienza a caérsele el castillo de naipes. La nómina de promesas incumplidas crece a medida que avanza el mandato y su hoja de ruta amarillea
E. M. P.
«Si Benito Corbal fuese peatonalizable, ya estaría hecha. Pero es una calle de acceso importante, pasa el transporte público, da a la bajada de Cobián Roffignac y hay muchísimos garajes...». Eran las palabras en las que se escudaba el alcalde de Pontevedra, el nacionalista ... Miguel Anxo Fernández Lores, en una entrevista al Diario de Pontevedra en 2011, para tumbar la propuesta que hacía el PP desde la oposición, en aquel entonces liderada por Telmo Martín. Pronto se olvidaba el munícipe de que «uno es amo de su silencio y esclavo de sus palabras». En otoño de 2012, el BNG anunciaba el proyecto a bombo y platillo, aunque con una propuesta poco «ambiciosa» a ojos de los populares del Lérez. Las obras tenían que haberse iniciado en enero de este año y finalmente lo harán ocho meses después.
En el cajón del ayuntamiento de Pontevedra se acumulan los proyectos, la nómina de promesas incumplidas crece a medida que avanza el mandato y su hoja de ruta amarillea. Con el inicio del nuevo curso político toca desempolvar papeles, o eso han debido pensar los socios del bipartito, que no han dudado en actualizar sus antiguos propósitos. Entre sus anuncios para este año, varios que, en el mejor de los casos, deberían estar en ejecución; en el peor, en plena actividad.
Este es el caso del Plan General de Ordenación Municipal que acumula años de retraso y varias legislaturas de Lores sin avances. Paralizado se encuentra el proyecto de urbanización de la parcela de acceso al estadio de Pasarón. Hace siete años que se declaró la urgente ocupación de los terrenos e inmuebles necesarios para adecentar el barrio de O Burgo y, salvo una actuación provisional, condicionada por la inauguración del campo de fútbol en 2012, los trabajos se mantienen en un eterno «stand by».
Ni la hay por el momento ni se espera novedad alguna sobre el complejo lúdico de A Parda, cuyas obras debían acometerse en paralelo a las anteriores de Pasarón. El Concello anunció que recurriría a la financiación privada, pero la Federación Gallega de Empresarios de Gimnasios alegó «posible competencia desleal» en el plan presentado por la concesionaria de las piscinas municipales de Campolongo y que el bipartito hizo suyo.
El saneamiento del Lérez, el saneamiento rural, el transporte público... Y suma; y sigue. Las actuaciones anunciadas días atrás por el concejal de Urbanismo y socio de Lores, el socialista Antón Louro, dejan entrever que poco van a cambiar las cosas en la capital de provincia.
ITE, a finales de 2014
El adelgazamiento de las partidas municipales en algunas de las obras anunciadas es llamativo. Tal es el caso de la avenida de Lugo, cuya reforma ha pasado a una cuarta parte del presupuesto inicial, limitando el ámbito de actuación a Loureiro Crespo por un millón de euros. Y al cajón han vuelto proyectos como el del Museo de Historia o el nuevo refugio de animales, actuaciones para las que, así lo reconocieron socialistas y nacionalistas tras las elecciones municipales, no hay dinero.
Mención aparte merece la Inspección Técnica de Edificios —ordenanza que obliga a someter a los inmuebles de la ciudad a un examen regular sobre su estado— y que después de cinco años reclamándola desde los colegios profesionales ligados a la construcción, es uno de los anuncios más socorridos de Antón Louro que dice, ahora, que estará en 2014.
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