Tres millones y medio de valencianos deciden hoy el futuro de la Comunidad

A esta cifra habrá que sumar los 87.899 ciudadanos valencianos que residen en el extranjero y que están inscritos en el CERA. El conseller de Gobernación, Luis Santamaría, recordó ayer que esto supone un crecimiento respecto al censo electoral de 2011, en el que fueron 3.484.597 los inscritos.

El operativo establecido para el proceso electoral está compuesto por más de 20.300 personas, que controlarán el normal funcionamiento de una jornada en la que se han presentado 63 candidaturas a través de 27 formaciones distintas , cuatro más que en 2011. La Ciudad Administrativa 9 d’Octubre, donde ayer ofreció estos datos Luis Santamaría, albergará por primera vez el Centro de Datos de la Generalitat y desde ahí «se recogerán los datos y se difundirán en tiempo real a todos los ciudadanos». Además, como novedad, la Conselleria de Gobernación y Justicia ha activado la aplicación GVA ELECCIONS 2015 para los sistemas IOS y Android de dispositivos móviles, para que los ciudadanos puedan hacer seguimiento del escrutinio de las elecciones a las Cortes, ya que las municipales son competencia del Ministerio del Interior.

El total de mesas electorales en las tres provincias será de 5.763 (2.854 en la provincia de Valencia, 712 en Castellón y 2.197 en la de Alicante). Cada mesa cuenta con un presidente y dos vocales (que tendrán una retribución de 62,61 euros), así como con dos suplentes por cada uno de ellos.

Los colegios electorales abren sus puertas a las 9 de la mañana y cierran a las 8 de la tarde, aunque si a esa hora algún ciudadano está dentro del centro aún se admitirá su voto. Los ciudadanos que quieran votar deben llevar consigo algún documento oficial que nos identifique (valdrá aunque esté caducado, siempre que sea el original y no una fotocopia). DNI, pasaporte, permiso de conducir o tarjeta de identidad de extranjero serán los documentos admitidos.

Para estas elecciones autonómicas la Generalitat también ha puesto en marcha el procedimiento de voto accesible, que permitirá a las personas con discapacidad visual y que conozcan el sistema de lectoescritura Braille ejercer su derecho al voto con total independencia. Este año se han presentado 87 solicitudes.

Una de las principales novedades de estos comicios, según explicó Santamaría, es que los 60.000 electores de Torrent dispondrán de Mesas Administradas Electronicamente, un sistema que se ha implicado en las 87 mesas repartidas en los 34 colegios electorales de esta localidad de l’Horta y que hará más ágil el recuento.

Las nuevas tecnologías se van adentrando en estos procesos y serán más de 2.244 las tablets con las que los representantes de las mesas electorales realizarán la transmisión de datos durante toda la jornada, lo que supone llegar a una cobertura tecnológica de cerca del 92% de las mesas electorales e incrementar un 20% esa cobertura respecto a las elecciones de 2011.

En el caso de las elecciones a entidades locales menores, que se celebran también hoy, presentan como singularidad un sistema de elección mediante listas abiertas. Las que se presentan a estos comicios son: La Llosa de Camacho (Alcalalí), La Xara y Jesús Pobre (Denia), Ballestar (La Pobla de Benifassà), La Barraca d´Aigües Vives (Alzira) y El Perelló y Mareny de Barraquetes (Sueca).

Los valencianos se juegan en estas elecciones, las más abiertas de las últimas décadas según las encuestas , la pronta salida de la crisis económica, la reducción del paro, la mejora de la financiación, el aumento de las inversiones e infraestructuras básicas y su mantenimiento, así como la garantía de la calidad de la prestación de los servicios públicos con la sanidad y la educación a la cabeza.

Las opciones, en este caso, no están tan definidas como en elecciones anteriores, ya que la incidencia de la crisis económica, los casos de corrupción y la aparicion de nuevos partidos puede dotar al Parlamento autonómico valenciano de una morfología inédita hasta la fecha, con un máximo de seis partidos en el Hemiciclo. Difícilmente hoy quedará claro quién tomará las riendas del Gobierno de la Generalitat, pero probablemente sí quién no podrá.

La política de pactos, si se atiende a las encuestas previas, parece la fórmula a la que está abocada la Comunidad Valenciana para resolver su gobernabilidad después de que los valencianos haya depositado su voto.