Alberto Fabra: «Si alguien piensa que castigando al PP por lo que fue se garantiza un futuro mejor, se equivoca»

-¿A 48 horas de las elecciones, qué valoración hace de esta campaña donde el PP ha vuelto a salir a la calle después de unas europeas poco proclives a ello?

-Hemos comprobado que ha habido una buena receptividad de los ciudadanos hacia el PP y sus propuestas. Estamos haciendo una campaña de mucha interacción con los ciudadanos y hemos notado que el distanciamiento que se produjo en las europeas no se ha repetido, pese a ser una apuesta de proximidad. Eso se refleja en las encuestas donde hemos avanzado tres puntos en diez días. Todo esto, junto a la labor que están haciendo los candidatos locales, nos anima a pensar que los resultados serán mucho mejores de lo que ahora dan las encuestas.

-¿Es la mayoría absoluta una quimera?

-La mayoría absoluta está muy complicada aquí y en cualquier lugar después de la desafección de los ciudadanos hacia la clase política y la dura crisis económica. Se abre un nuevo tiempo de diálogo para pactar con otros partidos, bien para la conformación del Gobierno, bien para cuestiones puntuales de gestión o legislativas. Nuestro objetivo, que estoy convencido de que se logrará, es tener una mayoría suficiente que nos permitirá gobernar.

-¿Pactar va a estar difícil, después de lo que se ha escuchado en campaña al resto de los partidos políticos con aspiraciones de entrar en las Cortes?

-Con algunos es imposible pactar, pero con otros sí cabe esa opción porque hay ciertas coincidencias importantes. Tenemos que dar estabilidad a la Comunidad Valenciana y no podemos dar ahora un volantazo al rumbo que emprendimos. La línea roja para pactar es no tirar por la borda el esfuerzo hecho para voltear la crisis económica y generar las condiciones adecuadas para la creación de empleo.

-¿Le preocupa que se repita aquí un caso como el de Andalucía, con tres meses de parálisis en la gestión?

-No estamos para perder ni un solo día. Y hay una diferencia clara con Andalucía porque Susana Díaz adelantó las elecciones caprichosamente, lo que supuso un coste de 20 millones de euros. Lo hizo por interés partidista aunque luego el resultado no ha sido el que esperaba y es lógico que no haya acuerdos. Además Ciudadanos y Podemos no habían mostrado aún sus cartas. En la Comunidad Valenciana todo ese escenario ha cambiado, se hacen las elecciones cuando toca y no se nos puede reprochar que hayamos intentado beneficiarnos con un adelanto electoral.

-¿Teme un pacto por la puerta de atrás entre PSPV y Ciudadanos?

-Hasta después de las elecciones es difícil establecer un escenario de pactos pero el que quiera hacer uno contra el PP, si somos la fuerza más votada, tendrá que explicarlo.

-¿A quién llamará primero si el PP es el más votado?

-Al líder de la segunda fuerza más votada. Somos respetuosos en eso.

-¿Cree que a los ciudadanos les podrá más en las urnas la lucha contra la corrupción, o los casos que se han ido conociendo?

-No lo sé, pero la situación en 2011 en la Comunidad Valenciana era excepcional y he intentado corregirla y ser implacable con la corrupción. Mi gestión ha ido también encaminada a cumplir nuestras obligaciones con los ciudadanos de manera muy intensa. Hemos pasado de hablar de paro y recesión a hablar de empleo gracias al espíritu de superación de los valencianos. Los ciudadanos nos examinan por una foto amplia y estoy convencido de que la seriedad, la responsabilidad, el sentido común y la firmeza que hemos aplicado será valorada y nos ayudarán a obtener un buen resultado.

-¿Es esta una campaña sucia?

-Con el grito de todos contra el PP no he podido escuchar ningún argumento de los otros partidos. Nosotros explicamos lo que hemos hecho y lo que queremos. Esto ha pasado toda la legislatura: nunca nos han apoyado en nada. Por ejemplo, hace cuatro años el PSPV dijo que iba a cerrar RTVV y nosotros propusimos un ERE para reducirla de 1.800 trabajadores a 600 y reducir las pérdidas de 213 millones a un coste de 70. Todos se opusieron. Luego con la nulidad del ERE tuvimos que cerrarla para mantener la inversión en políticas sociales, sanidad y educación y ahora en campaña todos dicen que la reabrirán. Pero no dicen con cuánta gente ni qué coste tendrá porque son prisioneros de sus promesas a los extrabajadores, a los que han dicho que readmitirían a todos. Y eso es imposible.

-¿La reabrirá usted la próxima legislatura?

-Ya quisimos mantenerla con unos parámetros más sostenibles. La reabriremos si podemos cumplir el objetivo de déficit, no supone detraer recursos a educación, sanidad y políticas sociales, y no implica subir los impuestos.

-¿Y cuándo se cumplirá el objetivo de déficit?

-Si estuviéramos bien financiados ya estaríamos cumpliéndolo. La reducción de la Administración ha sido muy importante y aún así estamos en el entorno del 2,15% más o menos. Se rebajará con la nueva financiación y con el horizonte de mayores ingresos.

-¿Los nuevos gobiernos en minoría o multipartitos pueden dificultar la negociación para ese nuevo modelo de financiación?

-El objetivo es garantizar la igualdad de todos españoles y en la Comunidad Valenciana eso no se produce. El nuevo modelo financiará a las personas y no a los territorios y sí será posible después de cuantificar las necesidades regionales con el número de habitantes, envejecimiento, dispersión de la población... cuestiones objetivas.

-¿Qué cuestiones considera irrenunciables para la próxima legislatura?

-Al margen de esa financiación, es fundamental la creación de empleo con las ayudas a jóvenes, autónomos y pymes que implican menos trabas administrativas y más créditos. También seguiremos reduciendo la Administración e invirtiendo en políticas sociales, centros de salud, hospitales, colegios y en la calidad de la enseñanza. Garantizar las infraestructuras que nos vertebren más a nivel productivo y social y, en definitiva, mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.

-¿Teme que se den pasos atrás en el debate identitario de la Comunidad con partidos de la oposición como EU, aliados con ERC?

-Sí, porque cuando más hemos crecido es cuando hemos sido nosotros mismos. Nuestra identidad está muy clara y promovimos la Ley de Señas de Identidad para ponerlo en valor. Debemos saber de dónde venimos para saber adónde vamos y sentirnos orgullosos de tener una idiosincrasia diferente a la de otros territorios. Los que no creen en la Comunidad y viven sometidos a criterios de otras regiones no cumplen con su obligación y tienen una visión trasnochada de nuestra Autonomía. Tenemos que pelear y luchar por lo nuestro.

-¿Entiende que el Gobierno catalán pida más fondos del FLA para luego financiar a entidades catalanistas en la Comunidad Valenciana?

-No tiene ningún sentido. Ahí queda manifiesta la irresponsabilidad de algunos Gobiernos que se emplean de manera partidista o personal. El dinero del FLA es para cubrir gastos fundamentales o de deudas con proveedores. Rechazo esa política expansionista de Cataluña que pretende marcar la diferencia con el resto.

-¿Qué nos jugamos los valencianos el próximo domingo?

-Nos jugamos seguir creciendo y generando oportunidades de empleo e ilusión para los valencianos. Hemos arreglado una situación que parecía imposible de enderezar y sería una lástima virar hacia políticas que nos alejen de los 100.000 puestos de trabajo nuevos al año y el crecimiento del 4% anual, el doble que Alemania. Solo el PP garantiza que la velocidad de crecimiento sea la máxima, los demás suponen el riesgo de volver a la recesión y al descrédito. Hemos tomado muchas decisiones y algunas, seguro, erróneas, pero los valencianos no deben mirar hacia el pasado sino al presente y al futuro.

-¿Usted habla últimamente de un nuevo PP?

-Mire, si alguien piensa que castigando al Partido Popular por lo que fue puede garantizar un mejor futuro para los valencianos, se equivoca. Estamos en el momento de la verdad, en el de la Comunidad, en el de liderar el crecimiento en España y la generación de empleo. Este es un nuevo PP, cierto: el del esfuerzo, el sacrificio, el compromiso y la garantía de un mejor futuro y para ello queremos contar con la confianza de todos los ciudadanos.