DEBATE ELECTORAL
Cara a cara: Fabra expone su proyecto ante un Puig obcecado en la corrupción
El popular esgrime la recuperación y la rebaja fiscal; su rival considera necesario un cambio
D. MARTÍNEZ
El plató de TV Mediterráneo fue el escenario ayer del debate «cara a cara» entre los candidatos a la Generalitat de los dos partidos mayoritarios –al menos, hasta que se celebren las elecciones–, Alberto Fabra y Ximo Puig. Con una hora de duración y ... estructurado en siete bloques temáticos, el «cara a cara» se convirtió en una escenificación en formato reducido de lo que viene ofreciendo la campaña: un PPCV centrado en defender los logros económicos de los últimos meses –y las penosas decisiones anteriores– para proponer su proyecto de futuro, y un PSPV obcecado en arrojar contra los populares la delicada situación económica de la Generalitat y los casos de presunta corrupción que han jalonado la legislatura que acaba.
Fabra entró poco en el cuerpo a cuerpo que reclamaba Puig, y cuando lo hizo fue para afear la dilatada trayectoria política de su rival –«cuando yo era pequeño usted ya estaba en la Generalitat»– o el trato dispensado por el Gobierno de Zapatero a la región –con mención especial para la derogación del trasvase del Ebro o la baja inversión en infraestructuras–.
Puig, por su parte, puso una y otra vez sobre la mesa los casos de corrupción ( incluso en el apartado dedicado a las señas de identidad ), y citó en varias ocasiones a Alfonso Rus o Rafael Blasco. Incluso llegó a acusar a Fabra de «participar en la financiación irregular del PP». También insistió en la «quiebra» de la Generalitat, y el cierre de Radio Televisión Valenciana –que se comprometió a reabrir, aunque sin especificar cómo lo haría–.
A medida que el debate quemaba etapas iba subiendo el tono de los contendientes: la palabra que más veces se dedicaron el uno al otro, a cuenta de sus propuestas políticas y también de su actitud, fue «trasnochado».
En el apartado propositivo, Fabra insistió una y otra vez en la rebaja de impuestos, el refuerzo de las políticas sociales (con mención expresa al mantenimiento de los conciertos en educación y sanidad), la defensa de las señas de identidad y, como objetivo prioritario, mejorar la financiación autonómica de la Comunidad. Puig, por su parte, se posicionó claramente a favor de una «reversión pactada» de los conciertos, una política de reindustrialización, y la realización de una «auditoría ética». Con todo, en su papel de candidato de la oposición, dedicó la mayor parte de sus intervenciones a atacar al PPCV.
Cara a cara: Fabra expone su proyecto ante un Puig obcecado en la corrupción
Noticias relacionadas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete