Padres de Barcelona se niegan a que sus hijos hagan la evaluación de sexto de Primaria

Con el apoyo de la asociación de padres y madres (Ampa) del centro, la mayoría de padres de la clase han suscrito esta negativa para manifestar su desacuerdo con los ajustes y la «deriva de la escuela pública», en un momento en que las cuentas públicas deberían priorizar la enseñanza, han argumentado.

A juicio de los padres, se trata de una «prueba que es técnica, sin valor académico para el alumno, de validez muy dudosa y que supone un gasto económico muy importante». Así lo han expuesto en un comunicado en el que se quejan de que los resultados no tienen en cuenta el refuerzo externo de los alumnos en algunas materias, y se imputan a la escuela, cuando la mitad de alumnos de la clase de sexto tienen un refuerzo de inglés fuera de la escuela y a cargo de las familia.

Según los padres denunciantes, este examen extraordinario tiene gastos extra de confección, de contratación de personal específico, edición, desplazamientos y corrección, que califican de «moralmente inasumible» en un curso en el que los recursos materiales, económicos y de material han sido escasos.

La consejera de Enseñanza, Irene Rigau, ha defendido hoy la necesidad de las pruebas que evalúan las competencias básicas de los alumnos de esta etapa y sirven para «mejorar el éxito escolar». «Los resultados sirven para orientar a cada alumno para poder hacer bien la ESO y para orientar al centro», afirma Rigau.

Portavoces de Enseñanza han precisado a Ep que los inspectores de la consejería «actuarán» ante los padres y madres que se nieguen a que sus hijos hagan las pruebas de competencias de sexto, aunque no han detallado si habrá sanciones.

Un total de 70.812 alumnos de sexto curso de primaria realizarán mañana y pasado en Cataluña, por quinto año consecutivo, las pruebas de evaluación de competencias básicas en lengua castellana, lengua catalana, lengua extranjera (inglés o francés) y matemáticas.