Mas cree que la crisis y la corrupción obstaculizan el «derecho a decidir»

Mas ha realizado estas afirmaciones durantes su intervención en la clausura de la XV Asamablea de la Asociación Catalana de Municipios (ACM), donde también ha culpado al Gobierno central de legislar "desde despachos cerrados" de forma intervencionista y burócrata, especialmente en relación al mundo local.

El dirigente catalán ha identificado lo que a su juicio son los tres problemas que existen para avanzar en el 'derecho a decidir': la crisis económica, las grietas que pueden producirse en el Estado del bienestar fruto de ella, y " temas vinculados a la transparencia, fraudes e irregularidades" que socavan la confianza de la ciudadanía, por lo que ha hecho un llamamiento a los municipios para trabajar conjuntamente en la solución de los mismos.

En esta línea, ha animado a la administración local a "luchar contra el desánimo", porque se trata del peor adversario en el camino emprendido, y son precisamente los ayuntamientos los que tienen un mejor conocimiento de la realidad diaria de las personas y por tanto los que mejor puede tomar la temperatura del momento.

Mas se ha quejado también de que Cataluña no cuenta con las herramientas que necesita, a nivel presupuestario, de diplomacia y de capacidad de crear opinión en el conjunto de Europa, pero también para hacer frente a los tres 'handicaps' identificados: "Los instrumentos no los tenemos, y los que teníamos nos los discuten a cada minuto y nos los intentan quitar continuamente", ha asegurado. En este sentido, ha insistido en que la Generalitat no solo tiene menos competencias de las que debería, sino que además está sometida a una "operación" por parte del Estado para recentralizar aspectos que laminan todavía más su capacidad de decisión, lo que va en contra de aquello que exigen los tiempos modernos.

En este sentido, ha aplaudido la propuesta de la ACM para crear un congreso que diseñe cómo deben ser las instituciones locales catalanas del futuro, en el marco de Europa, y ha animado a los ayuntamientos a hacer todo lo que esté a su alcance para colaborar en la recuperación económica, asegurar los servicios sociales y aumentar la transparencia de las administraciones.

El presidente catalán ha cargado contra el Gobierno central. "Cuando los gobiernos españoles legislan, muy a menudo legislan desde despachos cerrados a la realidad, con mentalidad no solo intervencionista, sino absolutamente burócrata", ha indicado, en referencia a la reforma de la administración local que prepara el Ejecutivo de Mariano Rajoy, y que Mas ha vaticinado que afectará a las competencias municipales pero olvidará la financiación, lo que ve contraproducente e injusto para los ayuntamientos.

"Normalmente aciertan muy poco", se ha quejado en relación a las reformas, que además siempre van en la misma línea y ello, aunque lo haya desvinculado de una hipotética mala fe, sí que apunta a un gran despiste por parte de aquellos que redactan las leyes, ha censurado. Ejemplo de ello, ha esgrimido el reparto del déficit entre administraciones --la Generalitat hace semanas que reclama que el Estado autorice a las comunidades autónomas un techo más alto para 2013, en virtud de la autorización que ha recibido por parte de la Unión Europea--, algo que "parece que puede cambiar" desde el 0,7% del PIB inicial.

Según Mas, el Estado representa el 51% del gasto público frente al 34% de las autonomías y el 14% de los ayuntamientos, pero pese a ello se queda con el 85% de aumento del déficit que autoriza Europa y solo deja para las autonomías un 15% y nada a la administración local, lo que a su entender conforma una manera de actuar "muy lejana de la realidad y de un sentido de justicia".