Cinco platos para sorprender a tu pareja en San Valentín

Echando mano de productos frescos, y utilizando algunas técnicas sacadas de la cocina de vanguardia, cualquier 'manitas' que se precie podrá servir la noche de este viernes 14 de febrero un novedoso plato con el que cerrar una jornada de amor. Como complemento al menú, Jesús Ramiro aconseja «una buena botella de champan, unas velas y una rosa» para conseguir una cita redonda.

El plato favorito del chef. Para su elaboración utilizaremos media botella de vermú, que pondremos a calentar a 70 grados. Mientras, mezclamos la haba tonka, rosas de herbolario, vainilla, canela y pimienta rosa hasta que invulsione, momento en el que colaremos la mezcla y lo mezclaremos con el vermú para que se mezclen los sabores. Finalmente, Jesús recomienda utilizar como hielos zumo de naranja congelado en la cubitera, y añadirlo justo antes de servir.

Una receta potente, y apta sólo para los más atrevidos. Las ostras son un potente afrodisíaco desde tiempos antiguos. Todo ello unido a las distintas frutas de la pasión combinadas con el excitante sabor de la lima que producen una sensación refrescante y erotizante. Por si fuera poco, el plato se complementa con un toque de rúcula, documentada como alimento afrodisíaco desde el siglo I antes de Cristo. Todo un placer adulto.

Las gambas, como todos los mariscos, está relleno de zinc, un mineral que estimula la producción de testosterona, fuertemente relacionado por los profesionales con el impulso sexual. Este plato añade la sugerente forma de los espárragos y una nieve de tomate, conocido como las 'manzanas del amor' con la que darle un toque de color a nuestra romántica velada.

En esta ocasión, el chef nos presenta un divertido, y sugerente, juguete para jugar con tu pareja antes o después de la cena. La fresa, alimento recurrente en la literatura erótica, se combina con los clásicos peta zeta para producir una explosión de sabor y sensaciones en el interior de la boca. Todo ello regado con chocolate para crear un divertimento comestible perfecto.

Para cerrar una inolvidable cena de San Valentín, Jesús Ramiro nos ofrece la posibilidad de servir un helado de vainilla con tierras de almendra y nube de rosas. Un postre que a priorí parece inofensivo pero que actuará como un caballo de troya para la lívido de tu pareja. Y es que el aroma y el sabor de la vainilla sirven para incrementar la pasión y estimular el sistema nervioso. Esto, sumado a las almendras, símbolo de fertilidad y las rosas como toque romántico, hacen de este postre el colofón perfecto a una velada romántica.