economía
Unicaja impone más despidos y recortes a Ceiss para cerrar su compra
La exigencia de última hora supondría reducir un cinco por ciento más tanto la plantilla como el número de oficinas
j.m.a
Cuando lo único que se esperaba ayer era el Hecho Relevante de Unicaja comunicando la compra de Ceiss -algo que se iba oficializar en principio a lo largo de la madrugada o esta misma mañana- lo que se conoció fue que la andaluza finalmente ha ... impuesto a la castellano y leonesa más exigencias para asegurarse el menor daño colateral posible una vez que tenga el control del nuevo grupo. Y es que a las 22 horas el banco presidido por Evaristo del Canto informaba de los «trámites» -en palabras de un consejero- necesarios para que la entidad de Medel comunicara su «sí» definitivo a la operación -siempre a falta de alguna autorización pertinente-.
En cinco folios de lo más farragosos -matizados de forma incomprensible poco después- se explicaban los condicionantes de última hora exigidos por la malagueña y aceptados por las antiguas España-Duero como muestra de que no tenían ninguna opción más para seguir con «vida». Así, el ya costoso plan de resolución aceptado por Europa hace meses se volvía aun más cruel por mandato de Medel y los suyos al exigir y conseguir, por ejemplo, que el cierre de oficinas -ya realizado prácticamente- aumente un cinco por ciento y que la disminución de la plantilla -después de los 1.200 despidos pactados y ejecutados- se amplíe en otro cinco por ciento y sea una realidad entre los años 2015 y 2016. Ésta y otras medidas estarían vinculadas, según fuentes consultadas por este periódico, a la concesión de más de 200 millones de euros en ayudas extra a Unicaja. A cambio de estos nuevos dineros para la andaluza, Europa habría apretado las tuercas a la castellano y leonesa.
Y es que, además de las medidas ya citadas, los cambios de última hora también fijan que el volumen máximo de la cartera crediticia se reduzca un 10 por ciento adicional o que el ratio objetivo de préstamos sobre depósitos será un 10 por ciento inferior a la prevista inicialmente en las regiones de principal actividad de Banco Ceiss en lo que supone una rebaja para el negocio futuro de la castellano y leonesa.
También se fija que será Ceiss la que asuma un 29 por ciento de los costes de las demandas de los preferentistas que no han aceptado la oferta de Unicaja -el otro 71 por ciento lo pondrá el FROB- o que se impida a las antiguas España y Duero realizar cualquier reclamación respecto del precio que le ha sido abonado por el Sareb como contraprestación a los activos inmobiliarios y financieros transmitidos.
En todo caso, y más allá del espectáculo protagonizado anoche por ambos entidades -uno por no informar y otra por hacerlo y luego rectificar- la operación, aunque parezca increíble, se daba por cerrada desde el propio Consejo de Ceiss. Uno de sus miembros reconocía su sorpresa por la lentitud de Unicaja para hacer visible un acuerdo que estaría sellado «desde hace días» después de un proceso larguísimo tanto por el meticuloso método de negociación que ha impuesto Unicaja como por el cambiante escenario bancario español (especialmente tras los duros saneamientos impuestos por el Gobierno de Mariano Rajoy y el posterior rescate europeo a una parte del sistema financiero).
La pasada semana finalizaba el plazo para que los accionistas de la entidad castellano y leonesa aceptaran la oferta de Unicaja. El grupo andaluz logró el 60% del capital de Ceiss. Este porcentaje procede del respaldo favorable del 98% de los inversores institucionales tras recibir acciones de manos del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria a cambio de sus preferentes y deuda subordinada. A su vez, los minoristas (36.000 particulares que adquirieron híbridos de las cajas castellanas y a los que el Frob entregó bonos de Ceiss) han dado un respaldo de en torno al 50%. Estos bonistas poseen el 70% del capital.
Negociación con el Frob
Con el 60% que suman los votos favorables de mayoristas y particulares la oferta de Unicaja quedó por debajo de su objetivo (pues se había comprometido a absorber la entidad si lograba el 75%). Por ello, Unicaja ha negociado con el Banco de España una ayuda adicional para culminar la operación, ya que los bonistas que no ha aceptado la oferta puede acudir a los tribunales para recuperar el dinero que invirtieron en sus preferentes. El Frob ya había comprometido 200 millones de euros para que el banco resultante de la fusión Unicaja-Ceiss acometiera su reestructuración. En paralelo, la entidad andaluza recibirá otros 200 millones «extras» para cubrir los costes de las posibles reclamaciones judiciales de los bonistas que no han acudido a la oferta (una inyección extra que debe recibir el visto bueno de la Comisión Europea).
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